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Todo era horrible, esa maldita mujer no se movía de su lugar, lo único que quería era terminar aquel pedido. Solo faltaban esas papas fritas que estaban cosiéndose en la freidora, una vez estuvieron listas, las puse en la bandeja y la señora esa se fue enojada y dejó apenas dos monedas. ¡DOS MONEDAS! ¿Como se supone que compraré el restaurante de Sushi con esa propina?

Aquel juego realmente me saca de onda, mis dedos deben ser precisos al mover la comida y me mantiene concentrado. Es bueno para pasar el rato. Vuelvo a ver la hora y ya son las 2:56 de la tarde, deben llegar en cualquier momento.

De hecho, junto cuando vuelvo a pensar en esos dos, tocan el timbre como si nuestros subconscientes se hubieran conectado. Me levanto de mi cómodo lugar a abrir la puerta para encontrarme con aquellos dos frente a la puerta y con una sonrisa en sus rostros, la cual se me contagia. Y antes de que pudieran decir algo:

— Iré por mi abrigo — corrí hacia el perchero y tomo el susodicho sin olvidar mi celular y vuelvo a la puerta asegurándome de tener mis llaves y billetera, para luego salir cerrando el departamento.

— ¡Profesor JiMin! — JiHoon se abalanzó a mi para abrazarme en forma de saludo. Sonrío al sentir al pequeño aferrarse a mis piernas y como puedo le devuelvo el abrazo.

— JiHoon, solo dime JiMin. ¿Si? — digo entre risas.

— Bien, JiMin — se separa el chico con una sonrisa aún en su rostro. Wow, daría lo que sea por mantener esa sonrisa protegida, cierto espíritu de protección crece.

— Te ves muy bien — fue lo primero que dijo YoonGi al tener la oportunidad. Desconcertándome.

— Oh, gracias — mi sonrojo fue algo notorio, pero aún así leve. Espero. Lo saludo de beso en la mejilla y posteriormente nos dirigimos al estacionamiento del edificio.

Estando en el auto, YoonGi manejaba mientras que yo ocupo el asiento de copiloto y JiHoon al centro del asiento trasero con el cinturón puesto. Como un pensamiento fugas, fantaseo con una familia, con que esta es mi familia. Cosa que elimino rápidamente de su cabeza, hasta me siento culpable y hasta un tanto patético. Por suerte lo disimulo bien al entablar una agradable conversación hasta llegar al cine.

— ¿Les parece si los dejo aquí o me acompañan a aparcar el auto? — preguntó YoonGi mirándome de reojo.

— No lo sé, ¿Que opinas tú? — me giré a ver a JiHoon en el asiento de atrás con una sonrisa divertida.

— ¡Aquí! — alargó el alzando sus brazos, muy tierno.

— Bueno — concordó YoonGi entre risas y se orilló para que nos bajemos — los veo en un rato, en lo que llego elijan una buena película.

JiHoon y yo nos bajamos y de inmediato siento mi mano ser tomada por la pequeña manita de jiHoon. No alcanzo a sonreír cuando el me jala hacia la cartelera y comienza a ver la variedad de películas que están de estreno.

— ¿Hay una que te guste? — pregunto curioso.

— Mhm... bueno, ¿que tal esa? — señala una que reconozco de inmediato, "Los Minions". Desde hace días veo su comercial en la televisión.

— Bien, en cuanto llegué tu padre le decimos que qui...

— ¿Hablaban de mi? — la voz de YoonGi se hace presente justo en mi oído haciéndome pegar un brinco del susto.

— Me asustaste — frunzo el ceño poniéndome una mano en el pecho y observando a JiHoon aguantando una risa — pero no, no hablábamos de ti — mentí.

— ¿Ah si? — alza una ceja — ¿y de qué hablaban entonces?

— De que queremos ver esa película — señala JiHoon divertido la cartelera.

— Los Minions... — lee YoonGi en voz alta y se voltea hacia mi — ¿tu quieres verla igual?

— Si — sonrío asintiendo.

— Entonces vamos — ambos lo seguimos a la boletería — tres entradas para los minions, por favor — pide YoonGi sacando su billetera, lo veo un momento y al parecer el se da cuenta y voltea a verme sonriéndome de lado. Desvío la vista de inmediato algo ruborizado y espero a que le den los boletos para volver mi vista a el.

— ¡Ya va a empezar! — exclama JiHoon jalándonos de las manos a ambos.

Avanzamos siendo jalonados por el pequeño, Yoongi por su mano izquierda y yo por la derecha. Pero se detiene abruptamente.

— ¡Papi las palomitas! — se vuelve preocupado, no evito sonreír por la ternura que me causa su actuar repentino.

YoonGi me mira sonriendo y me hace un gesto para que nos dirijamos a el lugar donde venden confites en este cine. Una vez ahí pide una palomita tamaño familiar y tres bebidas.

— ¿Que bebida van a querer? — pregunta la chica que nos atiende.

— ¡Fanta! — dice de inmediato JiHoon viendo repetidas veces en dirección a las salas de cine.

— ¿JiMin? — me sonríe YoonGi.

— Uhm... — medito las opciones — Coca-Cola por favor.

— Una Fanta y dos Coca-Cola's entonces — pide YoonGi con una sonrisa, y mientras la chica se dirige a servir las bebidas el se vuelve a verme con una sonrisa — ¿es tu favorita?

— Algo así... — trato de evadir su mirada viendo a JiHoon quién sigue ansioso parado de puntitas para ver sobre el mostrador y sujetándose con sus manitas para ver a la chica volver con las bebidas listas — ¿vamos? — digo luego de que la misma chica pone las bebidas en la bandeja y YoonGi la toma.

JiHoon se posiciona entre YoonGi y yo tomándonos a ambos de las manos. Siento miradas sobre nosotros, algunas de desaprobación y otras que reflejan ternura. ¿Por qué? Veo si tengo algo mal en mi ropa o algo, pero nada, miro hacia mi entorno y veo a YoonGi tomando la bandeja con la comida en una mando y JiHoon entre ambos... Ahora entiendo, piensan que somos una familia. Una familia feliz y adorable...

Pero no, poco a poco despego mi mano de la de JiHoon para dejar de parecerlo. Yo solo soy un profesor, tengo mi vida hecha, solo le hago un favor a un padre soltero cuidando a su hijo y hoy me invitaron al cine para compensarlo. Gente, dejen de imaginar que somos una familia feliz.

JiMin, tú también.

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⏰ Última actualización: Jan 20, 2018 ⏰

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Taking care of them. [Y.M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora