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El jueves y el viernes llegaron, yo me quedé en casa de otro amigo para no tener que verle la cara a Somin, y es que aún estaba entre molesto, dolido y frustrado, todo junto atormentado mis pensamientos.

Estaba sentado en el taburete rojo del bar que tenía como favorito, al frente mío ya habían cinco botellas o era una que se multiplicaba, no lo sé realmente.

-Otra por favor- pedí, y cuando la iba a tomar una mano pequeña se pone primero y la arrebata- Hey!! Compra la tuya.

-Deja de tomar BM, ya estás demasiado borracho- declaró una vocecita que reconocí inmediatamente.

-¿Qué haces aquí?- pregunté como pude y esperaba que me hubiera entendido.

-Cuidandote pedazo de idiota- declaró mi amiga.

Jiwoo tenía el pelo recogido como pocas veces lo hacía y se había sentado a mi lado, aún con la cerveza en mano.

-¿Cuánto tiempo más pasará antes de que le digas lo que sientes?.

-No es tan fácil, ella nunca me ha visto así y puedo perder su amistad... yo me muero sin ella Jiwoo, realmente me volvería loco.

-Matthew... no ves que ambos sufren en estos momentos... ella por una parte vuelta loca por esa tal salida con Momo y que supuestamente no llegaste a la casa por dormir con ella... y tú aquí pasando las penas de amor con alcohol por que ella va a una cita.

Me apoyé en la mesa con mis brazos refugiandome, la mano de Jiwoo comenzó a subir y a bajar por mi espalda, consolandome.

-Cuando ella llegó, mi vida cambió con tan sólo mirarla.

Su aspecto angelical y dulce me removió el corazón, obligándome a cuidarla desde ese día en adelante.

La vi como un ángel llegando a mi vida para removerla, desordenarla y alegramela.

Ella comenzó a conocerme más que nadie, en ocasiones hasta más que yo y permaneciendo cada segundo a mi lado, como si nada.

Ella hizo que yo no quisiera huir de mis problemas, sino que afrontarlos con su apoyo siempre.

Siento que no viví hasta que ella me tocó preguntando si sabía donde estaba Jseph.

Siento que si ella se va de mi lado, mi corazón y alma la seguirán, dejándome con un cuerpo solamente sin ganas de vivir.

Su felicidad está primero que la mía, siempre será así y aunque ella no la encuentre a mi lado.

No voy a encontrar a nadie como ella, y es que agradezco cada momento que he vivido con ella.

Unos llorosos me hicieron parar de hablar, levante despacio mi cabeza y es que el alcohol me estaba haciendo escuchar a Somin a mi lado en vez de Jiwoo.

-¿Por qué... por qué no dijiste eso antes?- preguntó y mi corazón no pudo omitir la voz que hacía esa pregunta.

-Sominie...- verla llorar me hizo odiarme inmediatamente, ella me había escuchado toda mi declaración amorosa en un bar de mala muerte, con su enamorado borracho completamente.

-Eres injusto Matthew... debías haberme dicho esto hace mucho tiempo, estúpido- dijo aún entre sollozos y golpeando débilmente mi brazo- siempre eliminando mis posibilidades amorosas por tu propio bien!!... no pensaste en mi.

-Jamás te di un consejo mal intencionado, poniendo mi interés primero- me defendí, erguiendome y encarandola- además que haces aquí, si hoy era tu cita con ese tal Jackson.

-Y la tuya con Momo- escupió- vine porque Jiwoo me aviso que estabas tan mal que ella no podía consolarte y bueno, los amigos están primero que los insistentes arruina citas.

Unos minutos en silencio, ella seguía bastante enojada pero cuando le tendí mi mano la tomó, llevándola al corazón.

La miré y negué mordiendo mi labio para no echarlo a perder, estaba borracho pero no me iba a impedir el controlar mi lengua.

-Lo siento por hacerte llorar el otro día, estaba celoso y lo único que hice fue hacerte sufrir- me disculpe soltando un suspiro- pero quiero que recuerdes cada palabra que dije, por que fue cierta cada palabra y quizás sea la última vez que las escuches.

-¿Última vez? Eso no me gusta- agregó ya sonriendo y dejándome perplejo- quiero que me repitas ese discurso cada día, minuto y segundo de mi vida.

Haz dicho que yo no me alejé nunca después de que te conocí y ahora no pienso hacerlo, incluso, creo que es mejor que nos acerquemos más.

Se paró del taburete y enrollo sus brazos en mi cuello, teniendo la delicadeza de hacerme cariño en el pelo.

Mis brazos la cubrieron completamente, haciendo que llorara sin poder creer lo que estaba pasando.

- Te quiero BM, y no de forma de mejor amiga... sino que realmente te amo- dijo y se alejó para mirar mis ojos- ¿Quieres ser mi novio?.

-Debo si quiera responderla- ella rió y yo la besé dulcemente, aunque el ritmo avanzó de forma muy rápida que sorprendió lo bien que lo hacia.

-No juegues con mi corazón Sominie... por qué te estoy dando la oportunidad de destruirme por completo con tan sólo una jugada- dije sobre sus labios, ya no me separaría de ellos nunca en mi vida... ni en las siguientes.

-No lo haré, como tú tampoco lo harás-  respondió besándome nuevamente y cuando recién en la realidad.

Besaba a la mujer que más amo y que era mi mejor amiga y novia a la vez.

-Vamonos de aquí, ahora- demandó y yo tomando su mano la arrastré hacía afuera, donde el aire golpeó fuertemente nuestro cuerpo.

-Ten- dije al momento de tenderle mi chaleco y se lo pasaba por la cabeza como a una niña pequeña.

-Gracias novio- dijo y mi corazón se aceleró al escucharlo.

-Dilo de nuevo- demandé abrazandola.

-Gracias- bromeó haciendome reir.

-Lo otro, tramposa.

-Nooooviooo- alargó la vocal fuerte y yo la apreté más.

-Denada, novia- y alzando fácilmente a mi novia y alma gemela, la besé mientras caminaba a casa con ella enrollada a mi cintura.






Just Friends (BMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora