Just Friends (BMIN)

5.

-Muy buenos días- dije mientras enrollaba mis brazos por su pequeño cuerpo y besaba su pelo- tan temprano y ya despierta.

Sominie se giró para encararme, dando la espalda a las tostadas que preparaba y me sonrió invitandome a besarla todo el día.

Bajé lentamente mi rostro, con cierta tortura para ambos, pero así se disfrutaba mejor.

Nuestros labios se tocaron y ella marcó el ritmo, uno tan sensual como ella podía ser.

Maldita diosa... y es mi novia.

Sus manos se filtraron por debajo de mi polera, subiendo y bajando por mi abdomen orgullosamente trabajado.

Las mías se detuvieron en su cintura pequeña y suave, sintiendo como su cuerpo se activaba con mi toque sutil.

-BM... puede... que nos vean- dijo entre el beso y yo sonreí maliciosamente antes de contestar.

-Jiwoo y Jseph no durmieron aquí anoche- respondí tranquilo y guiándola al sofá donde yo tomé asiento y ella sobre mi- llegaron anoche pero para ir a buscar sus cosas e irse denuevo.

-¿Si...? Yo no sentí nada- dijo y ambos reímos- Así que tenemos casa sola...

-Ajam...- ella comenzó el beso con otras intenciones y yo no sabía si aprovechar o hablarlo primero...

-Ni se te ocurra hablar- dijo entre risas y besos- para eso tenemos mucho tiempo.

Su cuerpo comenzó a menearlo de un lado para otro, Sominie se podía ver muy tierna pero sabía moverse atrevidamente siempre que ella quisiera.

Mis manos descansaron en su espalda baja, aunque sabía que la posición perfecta era más abajo...

Su boca se separó de la mía para llegar y bajar por mi cuello, entre mordidas y succiones mis gemidos se hicieron escuchar.

-Pequeña perversa- dije entre dientes divertido por todo lo que me perdí estos años- me tienes en tus manos señorita Jeon.

-Espero que en unos años sea señora Kim- bromeó pero yo me imaginé todo el momento, una boda al estilo norteamericana y coreana- Matthew era broma...

-A mi me gusta la idea- sonreí a no más poder- y después una mini Somin corriendo por nuestro jardín de la casa de dos pisos...

-Y un mini Matthew entrando a la casa todo sucio por haber jugado en el parque con sus amigos- siguió mientras acariciaba mi mejilla- realmente me veo contigo para siempre.

-Ya lo estuvimos, ambos, desde el primer día que nos conocimos por casualidad- dije y ella negó con la cabeza.

-Fue el destino que nos unió, no una simple casualidad- besó dulcemente mis labios- pero no necesito un contrato para estar contigo por amor.

-Pero yo la necesito para poder asegurar que te tengo de novia- declaré y ella rió bajando de mi para ir donde las tostadas- y es que aún veo moscas alrededor de tí.

Movió con seguridad todo lo necesario para la mesa y ambos nos sentamos frente a frente con la comida de por medio.

-¿Y tú crees que yo no? Lo hago desde que éramos amigos- rió amargamente- aunque creo que es el precio por tener a un novio tan guapo.

Nuestra conversación siguió trivial, sin perder la esencia de amigos de toda la vida... y eso era lo que más me gustaba de nuestra relación.