Mansión en la montaña® | Louis Tomlinson

Capitulo 7

Sentí su mano bajar por mi brazo hasta llegar a mi cintura, levanto delicadamente una parte de mi remera e hizo lo mismo su otra mano.

Su respiración fría se sentía en mi cuello y yo totalmente paralizada no podía moverme.

Louis me atrajo a él y cerré los ojos, solo tenia una salida...

—No me toques... o gritaré —dije y el me soltó—. No lo vuelvas a hacer, no me toques, no me trates de besar... o me iré para siempre de esta mansión —dije y el miró el piso.

—Discúlpame.

—Discúlpeme, se dice discúlpeme... no soy su amiga para que me ande diciendo discúlpame.

—¿No eres mi amiga?—preguntó incrédulo y yo abrí la puerta de la habitación.

—No, no somos nada. Vaya a su habitación y mañana comenzamos a limpiar, esto tiene que estar impecable. En octubre daré una fiesta y no quiero ni un ser maligno merodeando la casa.

—Claro señorita. —dijo saliendo y golpeando mi codo, salí también y le di vuelta.

—No vas a venir a estar golpeando mi codo después de un sermón y acostumbrate, porque cada vez que no hagas lo que yo te pido te gritaré y soy capaz de...  —él volteó y cogió con su mano derecha mi cintura para luego besarme.

Sentir sus labios sobre los mios hacia que se me estremeciera el cuerpo completo, pero el hecho de que el sea un fantasma invadía mi cabeza y hacia que mis manos involuntariamente lo alejaran. Cuando hice eso él cogió delicadamente mis manos y las junto, dio un beso sobre ellas y yo sonrojada mire el piso, luego subí la mirada para encontrarme con sus ojos, él llevó mis manos a su cuello y yo las entrelacé aún aturdida.

Él rodeó con sus brazos mi cintura levantándome de la superficie y sonriéndome comenzó a acercar su rostro al mio, ladeé un poco la cabeza y mire sobre el hombro de Louis mientras que este se acercaba, la niña estaba allí... pero rubia. Fue entonces cuando caí en la realidad y me deje caer alejándome de él y es que sentí como el alma volvió a mi cuerpo, es como si Louis me hubiera estado llevando. La niña con el cabello negro que había estado observando desde las escaleras bajó, respirando agitadamente me paré y Louis se quedo mirándome.

—No quiero... No te quiero —suspiré y Louis dió media vuelta y comenzó a caminar escaleras abajo.

Había cometido una estupidez al herirlo de esa forma, pero no siento nada más que miedo cuando el me toca o me mira a los ojos. Nunca creí en fantasmas y saber que el es uno.. no se... Además de los otros 4 sirvientes hace que mi cabeza genere grandes dudas las cuales no me permiten dormir por largas horas en la noche. Despierto agotada, algunas veces asustada por pesadillas. Extraño a mis padres y no puedo salir de esta mansión porque una fuerza me lo impide. ¿Qué fuerza? Pues esa fuerza tiene nombre y apellido: «Louis Tomlinson». El puede dejarme congelada en 3 segundos con tan solo fulminarme con la mirada, su barba ha crecido y antes el no la tenía. ¿Se habrá descuidado por mi culpa? No lo se, pero la barba le cae bien, aun es corta pero se ve más... más maduro.

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~

Las habitaciones del cuarto, tercer, segundo y primer piso ya estaban limpias... la escalera de caracol tambien, los pequeños huecos estaban tapados con cemento y pintados del color correspondiente. Faltaba poco para dar una mascarada en la mansión. Aunque esa niña seguia visitandome por las noches y yo lo único que hacia era cerrar mis ojos, pero sus manos dejaban una pequeña marca en mi rostro la cual sanaba días después.

Los sirvientes me cuentan que esa carretera deberiamos limpiar para que la gente no tenga miedo de venir. Y que fantasmas, sobre todo uno... merodea por allí y que ese fantasma a matado a mas de una persona al azar que pase por allí. El anterior dueño murió por eso, el pueblo comentaba que un fantasma de la carretera lo mató.

—Esta todo listo, sótano, ático, cuarto, tercer, segundo y primer piso limpios. —dijo Zayn guardando un pañuelo en uno de sus bolsillos del pantalón.

—¿Qué es lo que falta? —pregunté mirando el reloj de el salón principal.

—El cementerio, la ambientación externa y sobretodo la carretera. ¿Prefiere que pongamos rejas por todo el territorio señorita? —dijo y asentí, él se fue y Louis que pasaba por allí camino hasta queda a 5 pasos de mí, manteniendo su distancia.

—Del cementerio me encargo yo, los demás pueden arreglar las plantas afuera. Haremos que se vea terrorífico y limpio... sin almas vagando por la carretera —dijo y avanzó 2 pasos— ¿La niña la ha visitado? —preguntó dando 2 pasos más.

—Si —dije retrocediendo—. Cada día me asusto más de lo que puede hacer. Tengo 5 marcas de sus dedos en la parte trasera de mi cuello y eso lo logra tan solo con tocarme.

—Quizás quiera vernos juntos —dijo y palidecí, por alguna razón... no fue por eso, por lo que él dijo. Fue porque que la niña detrás estaba haciendo un corazón viéndonos a través de él, di tres pasos hacia atrás.

—Quizás sea hora de ponernos a trabajar, falta menos de un mes para la mascarada.

—¿Por qué te niegas a enamorarte?

—Por que una vez ya me rompieron el corazón —dije y el bajando la mirada camino hacia afuera donde estaban los demás. Suspiré.