Capitulo 3

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Nos encontrábamos en el sótano, el cual estaba lleno de telarañas, cucarachas, ratas, polvo, esqueletos... ¡Dios mio santo!

—Aria — dijo Louis señalando al lado mio. Una araña del tamaño de mi mano estaba allí, mirandome con ojos negros y sus peludas patas provocaban escalofrío, di un grito y corrí hacia las escaleras pero el morocho no me dejo salir—. ¿Quiere limpiar ahora? —preguntó levantando una ceja. Inhale profundamente y exhale con furia.

—No se saldrá con la suya señor Louis —dije y le di una sonrisa forzada.

Cogí una escoba y le tire un escobazo a la araña, me arrepentí ya que su sangre cayó a mis piernas, es lo mas asqueroso. Louis sonrió y cogió un trapeador, esa sonrisa hipócrita me daba rabia. Los otros cuatros comenzaron a limpiar, arañas bajaban y casi todas se venían hacia mí, Louis comenzaba a soltar carcajadas. «Hipócrita».

Tiempo después, donde la rabia me domino y harta corrí hacia Louis, le di vuelta y le tire una cachetada, los otros 4 se quedaron paralizados, las arañas también... di vuelta y camine hacia arriba. Cuando llegue al salón principal vi a la misma niña en la cocina... a mi habitación no voy ni loca; entonces vi "Cuartos de servicio", entre a uno y había fotos en blanco y negro, fotos en sepia. Unos animales en un pequeño corral y una cama que parece de los años 20's, todo estaba viejo...

—Supondré que eres curiosa —dijo Louis apareciendo detrás mio y sacándome de mis pensamientos, no volteé y sentí sus manos en mis hombros—. Como extraño... lo tibio —dijo y me aleje de el.

—Me tienes que dar explicaciones, ¡Muchas! —dije exaltada.

—Usted expliqueme, ¿qué hace en mi habitación? —dijo algo curioso

—Nada, no he tocado nada.

—No es una respuesta.

—Lo es y sientese señor Louis —dije enojada señalándome la cama; Louis se sentó en su cama, extendió las piernas y quedo totalmente acostado—. ¿Por qué esa niña aparece por todas partes?

—Esta casa tuvo 1 dueño... hace mas de 4 siglos, se llamo Ramón Barballue TranCcosy, el tuvo una pequeña hija y la madre los dejo, esa niña es la que aparece aquí... usted la ve como ella murió, es raro que la vea, nadie la ah visto, ella comenzó a aparecer desde que usted llegó. Nosotros la vemos como una niña normal... balanceándose en el columpio del patio trasero, no somos mortales... pero tenemos la maldita suerte de aun conservar nuestros cuerpos humanos, no sabe como deseo matarme pero hasta que esa niña no se valla no podremos seguir envejeciendo, ni morir. Es difícil tener que vivir viendo como las personas que quieres se van muriendo.

—¿Y que hay que hacer para que la niña se valla? —pregunté y Louis miro las fotos.

—Descifrar estas fotos... y después hacer lo que dicen —dijo y di una vuelta entera mirando las fotos... llenaban las 4 paredes, el techo...en pocas palabras TODO.

—Es imposible —dije y Louis se paró, cogió 10 fotos y me las dio.

—Descifre estas... ninguno de los 5 podemos ya que hemos olvidado ese idioma... es Latín.

—Es una lengua muerta.

—Por eso... ¿Cree que no se nada de sus estudios universitarios? Su padre hablaba latín.

—Pero yo no...

—Pero recuerde —dijo y abrió la puerta—. Vallase... la niña se dirige hacia aquí —dijo y salí, caminaba por el pasadizo cuando sentí como algo atravesó mi cuerpo... una sombra, inhale cogiendo mis rodillas... me apoye a una pared y sentía como el mundo se me venia abajo....

—¿Qué...? -me pare y comenzé a caminar... sin rumbo, salí por la puerta trasera y vi el columpio, es ese momento cuando mis pies comenzaron a avanzar sin que yo lo quisiera, me obligaban. Visualice bien... la niña viéndome con ojos grandes a los cuales las venas se le notaban y color negro en su rostro... trague saliva y me deje llevar, la niña dejo de sonreír y se paró. Cerré los ojos algo asustada y solo sentí un abrazó, los abrí y ahí estaba, a mi lado, vi sus ojos... terriblemente horrorosos, me aleje y la niña estaba flotando, comenzó a retroceder casi arrastrándome y la niña comenzó a perseguirme. ¡¿DÓNDE SE METE EL SERVICIO?!, ¡¿POR QUÉ JAMAS ESTÁN CUANDO SE LES NECESITA?! ¡Joder!

Mansión en la montaña® | Louis TomlinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora