Capitulo 11

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—Aria, son las seis de la madrugada, es hora de levantarse —dijo una voz masculina entrando a mi habitación, los parpados me pesaban y no tenia ganas de levantarme...- No seas perezosa.

 

Esa voz la reconozco, es Louis. No le quedo claro lo que hablamos ayer, ¿Se lo tengo que recordar?

 

—Dejame dormir —dije dandome vuelta y abrazando mi almohada-

—El director de la compañia de libros en el pueblo esta abajo esperandola, dice que sus propuestas de literatura son interesantes —dijo y salté de la cama, inmediatamente me levanté y busque en mi ropero algo que ponerme, cuando me iba a quitar la pijama me di cuenta de que Louis seguía allí mirandome de pie a cabeza-

—¿Y tu que haces allí? ¿Te quedaras mirando como me desvisto? —pregunté y el rió levemente-

—No seria mala...-hizo una pausa cruzando la cama y cogiendo mis manos- idea —dijo deslizando sus manos por mis caderas-¿No quieres que te ayude? —preguntó con una sonrisa pícara-

 

Louis es un seductor novato, cree que con solo tocar mi piel o robarme besos llegara a obtener mi amor. Ja, está muy equivocado.

 

—Te puedo asegurar que no provoca ni un tipo de nerviosismo en mi que me esten tocando.

—¿Quién dijo que quiero ponerte nerviosa? -Oh oh

—¿Entonces porqué lo haces? ¿Por qué me tocas?

—Porque después no dejas que ni te miren —dijo y solté una risita-

—Este es el momento-dije desvaneciendo mi sonrisa- Te exijo que te vallas de mi habitación y le digas al director que ya bajo.

—No hay director, solo llamó para decir que fueras mañana, me pareció una excusa para entrar a tu habitación cambiando claro esta... la versión de los hechos.

—Oh, ahora eres mentiroso —retrocedí-

—¡Ves! Aproveche el momento en el que no te comportas como una mujer que quiere que le ruegen

—¡Yo no quiero que me rueges!

—Entonces di si cuando te pregunte si quieres ser mi novia

—Novia es una palabra muy significativa, es muy grande para mi

—Enamorada

—No.

—La que se hace rogar —toció hacia un lado como queriendome desviar del tema-

—Te ordeno a que te retires —dije caminando hacia la puerta-

—No lo hare —dijo sentandose en la cama- No me ire —estiró las piernas y acostó su cabeza en la almohada- Ven.

—Si no fuera porque eres de mucha utilidad en esta mansión te despediria

—No me despides porque me adoras... y me amas...

—¡Antes de adorarte que la niña fantasma me mate! -dije y mire hacia la ventana-

—¿Encerio? Sera una muerte lenta y... dolorosa

—¿Y tu como sabes eso? -dije algo asustada

—Pues... vivir en esta mansión por un siglo me sirvió para darme cuenta de que el mundo no es color de rosa.

—¿Te puedo preguntar algo?

—Claro

—¿Qué paso con tus novias anteriores? 

 

Louis se levantó y camino hacia la puerta abriendola y retirandose con su rostro serio, sin despedirse, sin siquiera voltearme a ver. Quizas la niña me de una explicación pero para ser sincera... no quiero volver a verle la cara.

 

—El desayuno esta servido, ¿Desayunara o saldrá a ver a el director?

—Desayunare, tengo hambre —me senté en una silla-

—Tenemos que hablar

—Ese tono no me gusta, ¿Qué pasa?

—Pues surgió un gran problema

—¿Qué tipo de problema?

—Pues no se por donde empezar —dijo sentandose en la silla al lado de la mia- No puedo seguir dominando mis sentimientos.

—Dominese Tomlinson —el se mordió el labio y le tire la bebida en la cara, el se quedo con los ojos cerrados y con la boca abierta-

—No me obligue a lanzarse la comida también. -dije agarrando el plato, en posición de aventarselo.

—No es necesario —dijo cogiendo una servilleta y limpiandose el rostro-

—Ahora vallase y dejeme desayunar en paz.

—Lo siento querida, eso no podré obedecer, más bien prepare el auto para ir a la oficina del director

—Ire sola. -dije cortante

—Ira conmigo.

—¡Sola eh dicho! -Louis cogió mi mano que iba a abofetearlo-

 

Louis paso su mano por mi cintura y en un movimiento veloz me levantó de la silla. Me susurró al oido 'Juntos, o no sales', fue fácil soltarme de el lo difícil fue mantenerme tranquila en el auto ya que Louis manejaba con lentitud hasta llegar a una parte solitaria donde se aprovechó y en un impulso brusco paso a los asientos traseros donde yo estaba sentada.

 

—Aria, tienes muchas cosas que explicarme.

—Oh vamos, después las explico, sigue manejando. -dije voltandome hacia la ventana.

—Ahora o nunca.

—Nunca y vuelve a encender el auto que no puedo llegar tarde.

 

Se notaba que no iba a acceder a encender el auto y me iva a quedar allí hasta que le explicara lo que el queria saber.

 

—Apresurate, ¿Qué quieres que te explique?

—¿Por qué no quieres ser mi nov...?

—Oh vamos, ya hemos hablado sobre eso.

—Aria...

—Si quieres ser mi pareja conquistame y asi de simple sere tu novia.

—No te dejas conquistar.

—Porque soy una mujer difícil, aprende y ya ¡Enciende el auto que llegare tarde!—desesperada mire por la ventana y el depositó un beso en mi cuello-

—Como ordene —pasó a el asiento del frente y una sonrisa se escapo de mis labios, me causaba gracia que el estuviera actuando como hombre de 1700 cuando nació en los 1800.

—¿Cuanto falta para llegar?

—Pues... unos cuantos kilometros

—Apresurate por favor...

Mansión en la montaña® | Louis TomlinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora