-Provócame- Me dice mientras quita la liga que sujetaba mi cabello. Lo absorbe y gimo.
No quiero hacer esto, pero si quiero hacerlo.
No soy virgen, pero con James es algo muy distinto. Él es un completo extraño para mi, y si le sumamos lo que siento, tener relaciones sexuales es algo muy, pero muy distinto.
-No vamos a tener sexo. Lo nuestro es diferente, Becca. Puedo sentirlo. Hagamos el amor, ahora mismo... Muero por sentirte aun más cerca de mi- susurra a mi oído mientras caminamos hacia su recámara. No estoy muy segura de lo que voy a hacer, o más bien, de lo que me va a hacer. Sin embargo, mi deseo por el supera mi miedo... Y lo único que quiero, es tenerlo cerca. Él quiere lo mismo, así que, ¿Cuál es el maldito problema?
Llegamos a su habitación que, justo como su estudio, está lleno de color. Me gusta. Lo observo quitarse la camisa desde la puerta mientras se muerde por dentro la mejilla. Se ve tan sexy... No resisto y me muerdo el labio también. Después se quita su pantalón, y solamente está en bóxers. En frente de mí. Esta sudando y mordiéndose la mejilla, parado desde un Angulo poco usual en una persona. Su nariz se ve más pequeña de lo que es y se nota todavía más su sudor.
-No me dejes con esta tentación. Ven para acá, pequeña. Acércate- Como nena tonta asiento y me acerco a él muy despacio. Está bien que este excitada, pero tengo que tener la cabeza bien fría cuando estoy a punto de tener relaciones sexuales con una persona sumamente sensual e increíblemente desconocida. Antes de llegar a él, avanza hacia mí y me toma de la cintura. Sus manos pasan de ahí a mis nalgas, y las aprieta con júbilo y ansia. Luego las soba y, rápidamente, me da una nalgada. Mi corazón comienza a disparase, y a pesar de que trato de evitarlo, jadeo. El al escucharme gime discretamente, y con una fuerza que no me esperaba, agarra mis piernas y hace que me cuelgue a él.
-Chica, tenemos tres capas entre tú y yo: mis bóxers, tu pantalón y tus calzoncillos, y aun así siento el calor que desprendemos ahora mismo. Vamos, desnúdate para mí.- dice. Para ser pintor abstracto sus ideas son bastante claras y desconocidas, pero, de nuevo, como niña tonta asiento. Aunque no quiera, debo aceptar que lo único que quiero ahora mismo en sentirlo. Obedeciéndolo, comienzo a quitar el pantalón entubado que tengo, lo cual resulta ser un gran problema, porque me cuesta demasiado zafarlo de mí. James me sienta en su cama y se inca para tomar mi pantalón y sacarlo, lo hace con tanta fuerza que de una jalón ya no lo tengo puesto. Él ve mis bragas, y yo agradezco al cielo no haberme puesto las peores.
-¿Las chicas siempre se ponen bragas rojas?- dice mientras mira las mías.
-Eso depende de con cuantas chicas te has acostado, golfito.- ríe ligeramente y yo no me niego a hacerlo también.
-Deja tus juegos para este cuerpo que te desea, vamos, ya no me hagas esperar más.
Pero este es mi juego, y si quiere jugar conmigo, el tendrá que aprender mis reglas. Muy lentamente quito la blusa que tengo puesta y quedo en ropa interior. Él se acerca muy rápido y yo alcanzo a ponerle una mano en el pecho para que pare su carrera. Me alejo todavía más y le digo que se quede ahí. El gime con más fuerza. Como si siguiera el ritmo de una música lenta, comienzo a bajar el tirante de mi brasier, luego el otro tirante... y ya está, ahora solo tengo este pequeño calzón. Con la mano le digo a James que ya puede acercarse y el corre hacia mí, comienza a besar mi cuello muy rápido, como desesperado.
-¿A caso estas urgido?- le digo, algo así como en medio de un gemido.
-Te deseo.- alcanzo a distinguir de su voz esas palabras, porque él parece estar bastante entretenido con mi cuello.
-Atrévete- Alcanzo a decir antes de que dejara de besar mi cuello. Después toma mi cara entre sus manos y me da un dulce beso en mis labios, nada comparado con lo que sea que le estuviera haciendo a mi cuello. Sonríe despacio y ligeramente.
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Lienzo en blanco.
RomansaBecca es una chica que trata de ocultarse de las impresiones de cualquier persona, excepto de las de ella. Es una chica que solo busca una vida tranquila, aunque eso no signifique ser feliz. Ella solo busca seguir su rutina. No sueña con una vida qu...