Capitulo 8

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-Que te gustaaa?!

-Sí, me gusta estar con él.

-Ah vale- suelta un suspiro- ¿Y no te puedes quedar un rato más?

-Bueno, pero solo un rato...

-Vale, necesito ayuda.

-¿Si?

-Abre el armario.

Me dirijo al armario y abro el armario, un grito se me ahoga, veo a Candy sentada, durmiendo, sucia, con el maquillaje corrido y con su cinturón-falda puesto, me giro para mirar a Mark, la pequeña Isabelle suelta un grito ahogado, corriendo la saco de la habitación y le digo que se vaya a dormir, ella me hace caso y me dirijo a Mark, le suelto una torta en la cara.

-¿¡A qué ha venido eso?!

-¿¡Que clase de persona eres?! ¡Dejas así a una chica y encima lo sabias!

-Pensé que mis padres habian entrado.

-¡Pero la dejastes en ese jodido armario toda la puta noche joder!

Sí, lo sé, digo muchas palabrotas cuando me enfado.

-Lo siento...

-No me dirijas la palabra, además no tendrías que decirme eso a mí, sino a Candy.

Siento bien a Candy y la zaranzeo un poco hasta que se despierta, le doy un vaso de agua y le preparo un café, la llevo a mi casa y le dejo una camisa que me va grande, ésta se la pone sin rechistar y me da las gracias, le dejo que se duche y se asee y la acompaño a casa, cuando su madre abre la puerta yo me voy a casa, pero un brazo me detiene.

-Em... Lilly... Muchas gracias.

-Denada Candy.

-Te debo una.

-Eso ya lo sé.

Nos reímos las dos, ella me da un abrazo y se va a casa, yo me voy corriendo a casa y veo a Chris en los escalones de mi casa sentado, con una flor en la boca, al ver esa pose que pone al verme tan ridicula me empiezo a reir como loca.

-¿Acaso no te parezco irresistible?

-Ni lo más minimo.

-Pero aún así me adoras.

-Por supuesto.

Entramos a mi casa y esta tarde es tarde de pelis, cada uno elije una. Yo elijo Los juegos del hambre y él elije En llamas. Tenemos un gusto parecido en las peliculas. Yo hago palomitas y el trae las chuches. 

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Acaban las pelis y nos vamos a dar una vuelta, él me conduce a mi hasta una heladería pequeña pero acojedora, el sabe que me encantan los helados.

-Nunca habia visto esta heladería.

-Es nueva, venga te invito a un helado de tres bolas.

-¿¡Tres bolas?!- mis ojos brillan- Oh dios mío, ¿te he dicho que eres el mejor?

-Unas tropecientas veces.

-Ese número no existe.

-Jaja, bueno, ves a pedir.

-¿Y tú?

-Tengo que llamar a mi madre, que me ha hecho una perdida.

-Vale.

Voy tarareando hasta el mostrador y veo un mogollón de sabores de helado, oh dios mio... ¡Esto es el paraiso!

El dependiente me atiende y me pido un helado de chocolate, nata y donut. Sí, existen los helados de donut. El dependiente me los pone en una copa con virutas, nata montada y una cereza. Ñam.

Espero durante media hora, cuando me doy cuenta, las cosas de Chris no están aquí. Cojo mi telefono y le llamo.

Pii

Pii

Pii

-¿Diga?

-¿¡Se puede saber donde estás?!

-Oh mierda... se me olvidó avisarte. Mi madre me ha dicho que tenía que ir para hacer unos recados y me he tenido que ir.

-¿Y quién me va a pagar el helado?

-Lo siento...

-¡Retiro todo lo bueno que te he dicho!

-Ya lo suponia...

-Adiós.

-Lo siento ehh.

Fin de llamada.

Miro mi monedero. Solo tengo dos euros y este helado vale cuatro euros coin cincuenta, mierda.

Voy a dirijirme al mostrador y me escucho una voz muy familiar e irresistible a mi espalda llamándome.

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Lo siento que sea tan corto D: esque tengo muuuuuuuuuuuuchos exámenes y tengo que estudiaaaaar.

Os quierooooo 

<3 <3 <3 <3 <3 <3 <3 <3 <3 <3 <3 <3 <3 <3 <3 

Del odio al amor hay un paso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora