Tercera sombra: «relaciones».

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Yaoyorozu sintió ternura al ver a sus amigos sentados en el suelo formando un círculo, preocupándose por ella y, a la vez, la culpabilidad la golpeó. Se estaba contradiciendo a sí misma pero en esos momentos no le importaba, estaba dispuesta a disfrutar al máximo su último mes con ellos. Había perdido ante su abuelo antes de empezar, no podía hacer nada. Los miembros de la clase 3-A se levantaron inmediatamente y, antes de que la atosigaran a preguntas, Iida los había mandado callar.

—¿Cómo estás, Momo-chan? —preguntó Tsuyu, llevándose un dedo a los labios con una mezcla de preocupación y curiosidad.

—Mucho mejor. Siento haberos preocupado, chicos —intentó sonreir, pero se notaba que era una mueca triste.

—Deberías sentarte, Yaomomo —sugirió Ashido, conteniendo cualquier comentario pícaro sobre que estaría más cómoda si seguía apoyada en Todoroki. No era el momento.

La subdelegada asintió y con ayuda de su ex se sentó en el sillón, con Jirou a la derecha y Todoroki a la izquierda. El resto volvió a aposentarse en el suelo, con la diferencia de que ahora formaban un semicírculo y que Kaminari se medio apoyaba en el sillón, al lado de su novia. Yaoyorozu supo que era el momento de decírselo. A todos. Sinceramente, y ahora que lo pensaba en frío, le dolería más soltar la bomba por Todoroki y por Jirou.

—¿Qué ha pasado con tu abuelo, Yaomomo? —preguntó Kirishima, al ver que ella no sabía como empezar. O tal vez no era capaz.

Yaoyorozu notó la mano de Jirou agarrar la suya, dándole un pequeño apretón. Suspiró y se dijo que debía comportarse como dama fuerte, como su abuela la había educado. Se dio cuenta de que había bajado la cabeza, por lo que alzó la mirada para hacer un recorrido por los rostros de esas personas que en esos tres años se habían convertido en parte de su familia.

—Ha venido a avisarme de que en un mes tendré que dejar la academia.

En un principio el silencio el silencio inundó la sala, Yaoyorozu notó como la mano de Jirou se había tensado sobre la de ella y como el quirk de Todoroki se descontrolaba unos segundos, sintiendo frío en su brazo.

—¡No! ¡No puede ser verdad! —gritó Mineta con desesperación.    

Y todos parecieron reaccionar, pues el alboroto se armó en cuestión de segundos. Los únicos que seguían sin abrir la boca eran Jirou, Todoroki, Bakugo, Tokoyami, Shouji y Kouda; los dos primeros por el impacto de la noticia. Yaoyorozu se vio algo abrumada.

—¡Callad, joder! —exclamó el rubio provocando una pequeña explosión en la palma de su mano, para reafirmar sus palabras—. Así sólo agobiareis a Yaoyorozu más de lo que está.

Sí, de verdad se notaba que Bakugou había ido cambiando y madurando un poco a lo largo de los años.  

—¿Qué quiere ese hombre ahora? —la voz de Todoroki había tan fría y rencorosa que sorprendió a la mayoría.

Yaoyorozu había llegado a conocer ese tono en el año y medio que estuvieron saliendo y Midoriya lo conocía de las pocas veces que había hablado de su padre con él en primero, antes de dejar de utilizarlo por completo en segundo. Bakugou también había creído escucharlo alguna vez, pero para el resto era novedad.

—Mañana me darán más detalles —Yaoyorozu soltó la mano de Jirou antes de esbozar una pequeña sonrisa de agradecimiento y se levantó— aunque la verdad es que me imagino bien el motivo.

Antes de seguir hablando se hizo paso entre sus amigos, aún sentados, para ponerse tras el sillón en el que había estado minutos antes con su mejor amiga y su ex. Era un gesto para recordarse a ella misma que muy pronto estarían separados, que habría una barrera entre ellos. Los futuros héroes también se levantaron.

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⏰ Última actualización: May 27, 2018 ⏰

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