Redemption (Time travel)

Caras familiares

Inhaló el fresco aire del bosque con lentitud. Su cabello se movía con ligereza acariciando con suavidad su rostro, sus brazos colocados detrás de su cabeza mientras se reclinaba en el inmenso árbol a sus espaldas.

El clima de la mañana resultó a favor de Kakashi, dándole un merecido descanso de su recién terminada conversación con un joven Gai.

Era algo divertido el pensar en cómo una conversación tan corta ya lo había logrado agotar mentalmente recién empezado el día.

Solo eran su sentido común y aprendizaje como ninja lo que lo mantuvo en constante vigilia. Sus ojos alertas a cualquier señal de movimiento.

La fatiga que sentía la acreditaba no solo a la completa falta de descanso desde que despertó en su antiguo departamento. Si no también al continuo uso de su cerebro para asimilar todos los eventos que recientemente estaba viviendo.

Las teorías que ocuparon su mente toda la noche acerca de este pasado y el que prácticamente el haya poseído su cuerpo más joven parecían no tener fin.

¿Como llegó aquí? ¿La consciencia de su versión más joven simplemente se desvaneció de este mundo? ¿Debía incluso considerar esto una posesión cuando era su propio cuerpo y pasado? ¿Si llegaba a cambiar eventos del pasado, que repercusiones habrían en el futuro? ¿Esto de veras era el pasado o alguna clase de universo alternativo?

La dolorosa punzada que empezó a sentir de manera creciente en su cabeza lo alentó a dejar de lado el asunto para su investigación posterior. Lo único que iba a conseguir de hacer esa clase de reflexiones en este momento sería una terrible jaqueca.

De hecho, si había algo que en este momento resultaba de máxima prioridad, eso sería el confrontamiento que tenía por delante.

El sabía que debía mantener la calma e intentar actuar como siempre sin importar cuanto le doliera incluso verlos a los ojos. No quería que algún error terminara dándole un boleto directo a una cita con el clan Yamanaka.

Incluso enfrentarse a Minato no había sido fácil, pero tuvo la suerte de haber podido controlarse a pesar del nivel de shock al que se había afrontado en su encuentro.

Los ojos azules de Minato, llenos de preocupación, realmente le recordaban a Naruto.

Y si, tras verlo prácticamente salió corriendo del lugar, pero consideraba que había sido una reacción bastante decente para la ocasión.

Su tiempo en anbu realmente le había ayudado ha aprender el cómo mantener sus emociones bajo llave. O al menos ha no ser obvio acerca del cómo se sentía. El manejo de las emociones podía ser lo que en una misión significaría el fracaso o la derrota.

Tal vez esto es lo que era, una misión.

El pensar de ese modo sin duda lo ayudaría ha afrontar lo que tenia por delante.

Se fuerte. Mantenlos vivos. No falles la misión.

Ese sería su nuevo mantra y objetivo.

Es lo mínimo que les debía.

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Minato llegó al campo de entrenamiento tras haber salido de su casa. El amplio terreno lleno de altos y amplios árboles ocupaba la mayor parte de su visión mientras buscaba señales de sus alumnos.