CCASANI

Prólogo

Adrie Leire Davila Ccasani

Estaba junto a él y podía sentir aún el latir de su corazón, era real... Tan real que parecía irreal y sin duda alguna le pregunté si volvería algún día mas negó suavemente, conseguí un no otra vez, puedo decir que me lo esperaba asi que deje que los minutos volaran a nuestro alrededor mientras las hojas del triste Avellano se morían por la llegada del frío invierno.

Era lo típico de las tardes, en las cuales estaba con él mientras podía... Todos saben que el tiempo es oro, esto es mi oro y no lo cambio.

Por unos escasos segundos tomó mis manos y las acercó con las suyas en un gesto de hermosa unión, besó mi mano muy despacio incluso me imaginaba lo siguiente, él se volvería a ir e intentaba despedirse... Cobarde.

Cuanto detestaba esto, "¿Cómo puedes intentar irte? Si aún no te he admirado lo suficiente, yo nunca en mi vida, repito, nunca me voy a sentir lo suficientemente lista para dejarte ir".

Le dije con profunda sinceridad y con lágrimas desbordando de los ojos "Permiteme unos segundos más a tu lado, ya despierta todo es lo contrario".

Soltó su mano de la mía y la llevo a mi barbilla, con la delicadeza que se toma a una copa de cristal, alzó mi mirada lentamente depositando un corto beso en la frente "Adrie, mi pequeña, prometo volver siempre que me necesites, yo estaré aquí para ti, no lo olvides", volvió a besar mi mano.

Acaso había olvidado lo que hace humano a un humano... No, es que siempre es igual y yo como una tonta creo que algún día esto podría ser distinto, sus palabras llenas de miel al igual que su presencia se desvanecieron.

Ser desalmado, siempre caigo en tus encantos.

"Por qué me haces esto papá".