En algún momento de la velada el joven rubio se había apartado de su lado, entonces él se movió discreto dejando la mesa de honor en buscar de su compañía, no tardó en encontrarlo en una banca en el enorme balcón del palacio.
No había tenido la oportunidad de hablar con él, es más, durante su presentación había sido víctima de una mudez repentina y la vergüenza de aquel acto no le había permitido siquiera verlo a la cara, pero ver como se alejaba lentamente de su lado lo hizo ser consciente del poco tiempo con el que contaba para descubrir a ese nuevo enigma.
Y sin embargo permaneció ahí, parado, inerte y totalmente paralizado ante aquel extranjero que prontamente notó su presencia y la intensa mirada que le dirigía.
-¡Hey!, pequeño príncipe, ¿quieres hacerme compañía?- había notado la presencia del niño desde un principio, pero pensó que pronto se iría al no encontrarlo interesante, no obstante el infante llevaba ya aproximadamente cinco minutos en la misma posición y las películas de horror que había visto le habían enseñado que debía comprobar que ese niño fuera un ente diabólico antes de pegarle un tiro.
Noctis asintió y se aproximó hacia el rubio.
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El príncipe había aprovechado la noche del evento para obtener información de aquel joven quien, sin saberlo, había inundado sus pensamientos. Fue una fortuna para él el hecho de saber que al joven le agradaba en sobremanera tanto la compañía de niños como de animales y se alivió al saber que la acción realizada durante su presentación no había sido con el propósito de humillarlo.
Fascinado el príncipe había estado realizando preguntas a su rubio invitado, desde cómo era el lugar donde vivía el francotirador hasta sus hobbies y las actividades que realizaba de forma cotidiana. Afortunadamente para él Prompto parecía encantado de contestar sus preguntas y se emocionó en sobremanera cuando el rubio le había pedido tomarse una fotografía junto con él. Por supuesto había contestado que si.
- Ésto será un buen recuerdo- comentó extendiendo la cámara digital al príncipe para que observará la imagen--me encanta tomar fotografías.
Noctis escuchaba atento la información mientras admiraba la imagen que el rubio le mostraba y si no hubiera estado demasiado apenado se hubiera atrevido a pedirle una copia de aquella foto.
El joven soberano estaba intentando articular palabra, mas parecía que tanto su cerebro como su boca no lograban coordinar.
Pero entonces su burbuja se rompió, aquel sujeto pelirrojo, que en su mente ya se había declarado como su peor enemigo, se había acercado educadamente para con descaro arrebatarle la atención del joven rubio.
- ¡Hey!, se supone que eres el niñero del viejo, no del niño- declaró al acercarse.
A Noctis nunca le había molestado antes que lo llamarán niño, y sin embargo esa había sido la primera vez que había sentido el uso de la palabra como un insulto.
- No es sólo un niño, es el príncipe de todo Lucis, ahora es nuestro aliado- aseveró el rubio haciendo un espacio en la banca que compartía con Noctis para que el recién llegado pudiese sentarse a su lado y regalando al joven soberano un extrañamente placentero pequeño espacio para sentarse muy cerca del cuerpo contrario. -Así que trata de comportarte y ser más respetuoso.
- Mi error- comentó con un tono que para Noctis no sonaba muy arrepentido-- permítame presentarme. Ardyn Izunia para servirle.- el hombre se había quitado el sombrero mientras realizaba una reverencia semejante a la que Prompto había hecho unos momentos antes, ciertamente agradeció el hecho de que hubiere evitado besar la mano que había jurado nunca volver a lavar.- Pero... - Observó al hombre ponerse de pie.- ¿No cree usted joven príncipe que al ser ya dos naciones aliadas sea una falta de respeto el que se nos vigile cuál criminales en custodia en esta fiesta de celebración?, podríamos llegar a pensar que esto sólo es un acto de hipocresía por parte de su padre.- Mencionó aquel hombre con un tono casi irónico.
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Encuentro
FanficCuando el Reino de Lucís y el Imperio de Niflheim firman un tratado de paz el pequeño príncipe Noctis queda cautivado con un enigmático rubio. Esta es la historia de su encuentro.