- ¿Qué es esto? - preguntó con desconfianza Escorpio - no creo que debas comerlo, Tauro - aconsejó al ver como agarraba un trozo del brownie que habían encontrado en el centro de la mesa
- Yo también quiero - agregó Piscis, imitando al signo de tie...
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Escorpio (Chico) / Tauro (chica)
La noche había caído, y junto a ella el silencio sepulcral que rodeaba aquel misterioso bosque. Encuentros con hadas, vampiros y otros seres sobrenaturales abarcaban los rumores sobre aquella zona, pero, aunque no supieran quien era el responsable, si sabían con exactitud las consecuencias que traía el acercarse: La muerte
Cualquier persona que se adentraba en el, terminaba en desgracia. La policía, aunque sabía que hallarían, igual se sorprendían al ver la atrocidad en el que se encontraba los pocos cuerpos encontrados
¿Quién sería el responsable de aquel atroz crimen?
Otros estarían aterrados con solo estar en aquel lúgubre lugar y en la oscuridad de la noche, pero al contrario de muchos, una joven se encontraba caminando tranquilamente por aquel paraje.
Tenía puesto un vestido rojo annato con diseños de finas líneas negras; pero el color que predominaba en aquel ropaje no era perteneciente del mismo. Era un rojo carmesí, el cual manchaba también algunas partes del rostro y cabello de la joven
- ¿Cuánto creen que dura quitarse la sangre del cabello? – preguntó algo cansada, tocando la parte manchada – no tengo suficiente tiempo para esto
Suspiró y volvió en su búsqueda por su víctima, la cual había terminado huyendo a aquel bosque como último recurso. Caminaba con aburrimiento, hasta que notó un leve rastro de sangre, y frunciendo el ceño empezó a seguirlo
- ¿Quién te crees para morir así? – cuestionó al cuerpo inerte de su víctima – aunque me sorprende la creatividad
Aquel cuerpo se encontraba colgando de unas ramas, con las cuatro extremidades faltantes, dejando gotear la poca sangre que quedaba.
Y alzando sus hombros levemente, la joven volvió a seguir el rastro, el cual terminaba frente a las extremidades faltantes, las cuales eran quemadas
- El olor a carne quemada ... que asco – agregó, desviando la mirada, dispuesta a irse, o al menos hasta escuchar una voz
- ¿Acaso no se te hizo tarde para la fiesta? – preguntó la voz masculina, atrayendo la vista de la menor – creo que debiste apresurarte Alicia
- Creo que tienes razón Conejo Blanco – respondió, cruzándose de brazos con el ceño fruncido
Contempló a aquel personaje, vestía un traje completamente negro, con una rosa carmesí en uno de los bolsillos, pero lo que más llamaba la atención, era la máscara que llevaba, blanca, pero con ojos completamente negros
- La próxima vez date prisa si ves que huyen – aconsejó, empezando a acercarse con cuidado – no quisieras terminar como el Sombrero Loco, tras las rejas
- Y tu no quieres terminar en una parrilla – respondió – así que evita tocar a mis invitados
- ¿Invitados? – cuestionó deteniéndose – bueno, al final yo fui su anfitrión
