7. Antes de Partir

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  "Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja, halla perdón."  

Proverbios 28:13

A lo lejos un carruaje era tirado por caballos, las grandes ruedas levantaban polvo y ruido de piedras que chocaban y se dispersaban por el camino. Ese era el carruaje donde el Padre Black Hat se iría; a la puerta de la parroquia esperaban los dos Padres, las maletas al lado eran muy grandes parecían pesadas.

-Bueno- dijo Black Hat- me gustaría despedirme de forma melodramática, pero sé que en el viaje me irá bien y volveré bien, no hay nada que temer.

-Si, eso es lo que pienso- respondió el Padre Flug- pero díselo a la Hermana Mariana que no ha parado de llorar toda la noche.

-Ella no estaba llorando...

-¿Qué?

-No, nada, no importa ¿y donde está la Hermana?

-Parece que se siente mal, la hice recostar.

-Es lo normal- sonrió orgulloso- ya no voy a estar aquí.

-¿Qué?

El carruaje llegó y los caballos relincharon, el polvo levantado invadió los pulmones de los Padres y ensució sus ropajes.

-¿Sabes que llegando hablaré con Torquemada?

-Si lo sé-dijo el Padre Flug como si una verdad tuviera que ocultar- yo también hablé con él cuando fui a Sevilla.

-¿Sabes que preguntaré por ti y por tu bolsa de papel?

-Si lo sé- repitió Flug con una voz afligida y en su mente "y los quemó" recordó.

-Disculpen que los interrumpa- dijo el cochero- pero ya es tiempo de irnos y sus maletas se ven muy pesadas.

-¿Me ayudas a subir mis cosas?- pidió ayuda el Padre Black Hat a Flug.

- Creo que mejor voy a ver a la Hermana Mariana- Flug sonrió

-¿Y mi despedida?

-Nada de momentos melodramáticos-Flug se dirigió a la puerta- ¡Adiós!- pasó y la cerró con fuerza.

Al entrar Flug a la iglesia recordó su pasado, recordó tiempos oscuros de violaciones y pánico, no quería recordarlas pero la mente es traicionera. Caminó entre los reclinatorios protagonistas de sus pesadillas, y se vio a si mismo en medio de la orgía de sangre y en frente del altar al Padre Black Hat, pero eso solo eran recuerdos de las pesadillas crueles que Dios le puso a él por sus pecados, o eso quería pensar Flug. Se escuchó un llanto de esos de tristeza pura, provenía del confesionario, recordó que hace meses descubrió llorando en confesión a la Hermana Mariana por sus pecados, aunque él pensaba otra cosa pero no había forma de comprobarlo. Siguió caminando como si fuera un eco de sus recuerdos, al entrar vio a la Hermana Mariana llorando.

-¿Qué haces aquí?-

-¿El Padre Black Hat ya se fue?- preguntó Mariana haciendo caso omiso de la pregunta del Padre Flug.

-Esta subiendo sus cosas al carruaje ¿quieres despedirte?

-No quiero despedirme- dijo Mariana pesarosa- quiero confesarme, Padre Flug- la voz de la hermana sonaba como llanto y serenidad como la lluvia sobre el pasto.

-Esta bien- dijo Flug dirigiéndose a su sitio, la condición de Mariana le desconcertaba- Ave María purísima.

-Sin pecado concebido- esos palabras le traían recuerdos a Mariana que le hacían doblegar más la voz.

-Cuéntame, hija mía- una sensación de malestar invadió a Flug y en su cabeza temía lo peor.

Desde el confesionario se escucho el partir del carruaje como si fuera una despedida.

-Padre Flug- dijo Mariana llorando- he pecado.

-Que tipo de pecado.

La voz de Mariana parecía ahogarse y las fuerzas faltarán para hablar -Faltas de pureza- pudo decir al fin.

Flug exhaló miedo-Dame un ejemplo.

-Desde hace meses- titubeaba Mariana- yo con el Padre Black Hat...

Las sospechas se hicieron certeras y el miedo se hizo agónico.

-Tú con el Padre Black Hat...

A Mariana las palabras se le morían en la lengua.

-No tengas miedo, hija mía- dijo Flug con voz de consuelo- todos tus pecados serán perdonados si eres capaz de arrepentirte de ellos.

La Hermana estalló más en llanto -¡he estado fornicando con el Padre Black desde hace dos meses!- admitió y pareciese por su expresión que se tenía asco.

-¡Dios mio!- exclamó Flug.

El llanto se hacía ríos y desembocaba en mares de pena.

-¡Padre Flug! ¿qué hago si no me arrepiento?- siguió la Hermana- ¡No me arrepiento de que su lengua envenenara mi garganta! ¡no me arrepiento de que él besara mi intimidad y bebiera mi humedad! ¡no me arrepiento de que él haya penetrado mi ser! ¡no me arrepiento de mis pecados y deseo seguir cometiéndolos!

Las palabras calaban en Flug, "y los quemó" volvió a su mente, tenía miedo de observar y de escuchar, tenía miedo de ver la verdad del ser humano, "el placer es el que reina".

-Hay algo más que tengo que confesar, Padre Flug- dijo Mariana con voz fúnebre.

Flug no se podía imaginar que puede haber peor que estas atrocidades -¿que más vas a confesar?

-Estoy embarazada.

Villanos Au - Evil ChurchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora