Capítulo 4: "Un ángel de luz"

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Milk miraba atónita al joven que admiraba que estaba frente suyo dentro de la habitación donde se encontraba pero no era la única persona que dentro de esa habitación se había quedado como hechizada, el apuesto jovencito de cabello alborotado miraba embelezado a la jovencita pelinegra que a pesar de tener el rostro ojeroso, pálido y estar adelgazada era muy bella, tan bella que al verla hizo que el corazón del atractivo jovencita latiera a tal prisa como nunca antes había latido con ninguna otra jovencita.

Ella es Milk, dijo uno de los médicos haciendo reaccionar al par de jóvenes.

La pelinegra al reaccionar bajo la mirada mientras sus mejillas empezaban a tornarse de un bello color carmín.

¡Hola Milk¡ los médicos me dijeron que eres una admiradora mía y quise venir a conocerte, dijo Gokú con una cálida sonrisa mientras se acercaba a la cama donde estaba la bella pelinegra.

Si, admiro mucho su forma de combatir, dijo Milk con una dulce voz mientras tenía la mirada baja cuando sintió que alguien tomo su mano al tiempo que se sentaba en una silla que estaba junto a su cama.

Dime ¿qué te gustaría que te regale autografiado?, dijo Gokú dulcemente mientras tomaba la mano de la pelinegra al tiempo que la pobre jovencita sintió sus mejillas arderle y su corazón palpitar con mayor velocidad.

La reacción de la jovencita no paso desapercibida por los médicos que se miraron unos a otros antes de que uno de ellos diga: Los dejaremos solos para que Milk pueda platicarle que es lo que quiere como regalo de navidad.

¡Gracias¡ me parece bien, dijo Gokú mientras miraba con detenimiento los rasgos de la bella jovencita pelinegra.

¿Si estás aquí?, dijo Milk levantando la mirada sacando de su ensueño al joven de cabello alborotado.

¿Qué?, dijo Gokú conectando su mirada con la de la pelinegra haciendo que esta se pusiera aún más nerviosa.

Pensé que soñaba, dijo Milk sonrojándose más.

Pues no estoy aquí, dijo Gokú dulcemente.

Mientras tanto:

En el pasadizo un gigantesco hombre platicaba con uno de los médicos que atendían a su hija.

El joven Son, estás aquí, decía sorprendido el gigantesco hombre.

Si señor Ox, esta platicando con Milk, dijo el médico.

Mi niña debe estar muy feliz, dijo el señor Ox.

Si, sus ojitos cobraron un brillo especial cuando lo vio, el joven Son es un gran ser humano en cuanto supo del deseo de Milk por conocerlo quiso venir a verla, dijo el médico.

¡Gracias¡ ¡gracias doctor¡ le a cumplido uno de los más grandes sueños de mi niña, decía el señor Ox.

No agradezca usted sabe cuanto todos apreciamos a su hija aquí, dijo el médico sonriendo.

Habitación:

¿Entonces quieres mis muñequeras autografiadas?, decía Gokú con dulzura mirándola a los ojos mientras sentía una extraña sensación dentro de él.

Si, dijo Milk tratando de ocultar su nerviosismo aunque el rubor en sus mejillas delataba sus emociones.

Bueno ahora no las traje pero prometo traértelas mañana, dijo Gokú con una dulce sonrisa.

¿En verdad las traerá?, dijo Milk incrédula.

Si, mañana te las traeré, dijo Gokú dulcemente.

"Un deseo de Navidad"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora