"Un deseo de Navidad"

Capítulo 22: "Una bella propuesta"

(Penúltimo capítulo)

Ya había pasado tres meses que Gokú y Milk se hicieron novios, el mismo tiempo que Gokú con ayuda de la pelinegra realizaba su entrenamiento particular en un pequeño gimnasio que estaba dentro del vivero en donde Milk cultivaba las flores que tanto le gustaban.

Si bien el joven de cabello alborotado aún no podía volver a las artes marciales el necesitaba de a poco ir ejercitando su cuerpo para cuando sea el momento de su regreso su organismo este preparado para ello y la pelinegra pues era su apoyo ayudándolo en controlar sus tiempos en su rutina de ejercicios, en sus dietas, entre otras actividades necesarias además Gokú recibía también apoyo de sus amigos de gimnasio quienes iban a su pequeño gimnasio particular para ayudarle con alguno de los ejercicios que el realizaba y que no implicaban mucho esfuerzo aún por su condición, ello había fortalecido los lazos de amistad de los pelinegros con ellos.

El noviazgo del par de jóvenes había sido recibido de la mejor manera por los padres de ambos que desde hace mucho conocían de los sentimientos de sus hijos y pues al saber que ellos al fin estaban juntos no hicieron más que continuar dándoles su apoyo y que esperaban ansiosos el momento en que sus hijos unan sus vidas pues ellos más que nadie sabían lo mucho que estos se amaban.

Vivero:

Una bella pelinegra junto a un apuesto jovencito de cabello alborotado se encontraban sentados en el piso de un pequeño gimnasio platicando.

Y eso estuve pensando además recuerda que fue otra de las promesas que hicimos cuando estabas hospitalizada, decía Gokú dulcemente mientras miraba a la pelinegra.

Si, si lo recuerdo y la idea me parece muy linda además como bien dices ya falta menos de dos meses para una nueva navidad, dijo Milk sonriendo.

Si es cierto, una nueva navidad pero esta será distinta a la anterior, porque no estaremos hospitalizados y la disfrutaremos más que esa otra aunque ella para mi fue muy especial, dijo Gokú con ternura.

Para mí también, el pasar la navidad con nuestras familias en el hospital fue muy lindo, dijo Milk con una bella sonrisa.

Así es mi niña bella, dijo Gokú sonriendo.

Entonces hagámoslo, no creo que el jefe del hospital no quiera que hagamos una actividad por navidad allí, aunque este año no participaste en ningún torneo porque aún no estás en condiciones para ello no has dejado de ser el más popular entre los niños del hospital y eso lo vemos cada vez que vamos a los controles médicos, dijo Milk sonriendo.

Si es cierto, dijo Gokú sonriendo.

Y la verdad tú no solo eres popular entre los niños sino también entre los adultos y sobre todo entre las chicas, decía Milk en tono celoso.

Gokú solo sonrío ante ello y se acerco a la pelinegra para abrazarla mientras le daba pequeños besos en su rostro.

Me encanta verte celosa, dijo Gokú sonriendo.

¡Gokú¡ dijo Milk.

Ya quiero que seamos los señores Santa, decía Gokú sonriendo.

¿Los señores Santa?, dijo Milk sonriendo.

Si, no te acuerdas que esa fue nuestra promesa, ser los señores Santa y llevarles una bella navidad a los niños del hospital, dijo Gokú sonriendo.

Si es cierto, dijo Milk dulcemente.

Pues tendremos que ir preparando ello entonces, dijo Gokú sonriendo.

Si, dijo Milk.

Luego de unos minutos más de plática, el joven de cabello alborotado llevo a la pelinegra a su casa y luego él fue a la suya.