1

469 41 11
                                    

Era un lunes 4 de diciembre, Las calles de Seúl se encontraban completamente frías por la última estación del año. Dongmin se dirigía a su trabajo mientras tomaba café. Le encantaba seguir la rutina, siempre hacia lo mismo una y otra vez.

-Buenos días, señor.- Saludo el chico mientras se ponía su uniforme.

-Buenos días, llego un nuevo cargamento de pintura.- informó mientras contaba su dinero de una forma exagerada.- bájalas y acomódalas.

El chico hizo caso y empezó a bajar las cajas como su superior lo ordenó. Iba y venía, sin embargo el sentía que alguien lo observaba. Miraba a todas partes y no conectaba la vista con nadie "Relájate, Dong Min"

-Ya he bajado todas las cajas.

-Bien. Vuelve a tu puesto.

A dong min le encantaba el arte, cualquier cosa involucrada con el bastaba para captar su total atención. Le encantaba tanto, sin embargo no tenía el dinero suficiente como para comprar cosas. Por eso el amaba su trabajo, porque le hacía feliz estar cerca de cosas que el aprecia.

- Hola, Dong Min.

-Hola, Young Mi.-Contestó amablemente.- ¿Qué tal tu cita?

Young Mi, era su compañera de trabajo quien sólo tenía 18 años y aún continuaba con sus estudios. También era su mejor amiga.

-Nada nuevo.- rodando los ojos.- siempre es igual.

* * *

-MAMÁ YA LLEGUE.- quitándose su chaqueta y mochila.

-HIJO, ¿YA COMISTE?¿QUIERES QUE TE CALIENTE LA COMIDA?.- salió inmediatamente para recibirme y preguntar cómo estaba.

Esta eran una de las cosas favoritas de Dong Min al llegar a casa, saber que su madre siempre lo recibe.

- Gracias ,mamá.-sonriendo.- No es necesario, mejor ve a descansar.

-Para nada, no estaré cómoda si no te doy comida.- lo tomó del brazo y lo guió a la cocina.- siéntate.

No tenía caso pelear con su madre por estas cosas. Simple mente tomó su lugar en la mesa y espero a que su madre le sirviera. Un gran plato de Bulgogi estaba frente a sus ojos.

-Mamá...

-Quiero que comas, así que te lo acabas.- dijo mientras se retiraba a su habitación.

Mientras cenaba le gustaba hacer pequeños dibujos de lo primero que imaginaba, esa noche había dibujado a una niña siguiendo una estrella.

-Son las 11:00pm.- observando el reloj de búho que colgaba de su pared.- bien creo que eso es todo por hoy.

Dong Min levantó y lavo todos sus platos antes de irse a dormir. A él no le pesaba nada hacerlo, sentía que era lo mínimo para ayudar a su madre. Esa noche el durmió pensando en el futuro.

Martes 5•

-Sanha, ¿Por qué siempre gastas el dinero en tonterías ? .- Sacando su billetera.- debes aprender a cuidarlo.

-¡No son tonterías! Se rompieron 2 cuerdas de mi guitarra y tuve que repararla.- Tomando el dinero.- gracias hyung. I love you.

-Bueno, pero igual trata de cuidar más tú dinero.

-Sí, sí. Adiós Dong Min.

Dong Min observaba cómo su amigo salía del local mientras hacía Aegyo para el. Sonreía pero negaba al mismo tiempo, era inevitable no hacer eso cerca de el. Por eso le tenía mucho cariño.

- ¿Disculpe? Podría darme la cuenta.- habló mientras miraba a él chico que venía en su dirección.

-Sí, en un momento la traigo.-retirándose.

Observo como el chico tenía una cara un poco seria pero al mismo tiempo su cara era la cosa más adorable que ah visto en su corta vida.

-Son 3.279 ₩

Observo a el chico por 3 segundos sin decir nada. Le entregó el dinero a pagar y sin más salió de el local, tenía que trabajar. Sus pensamientos en su cabeza estaban apuntó de explotar, sentía que quería algo, pero no sabía que. Tomo un taxi para no llegar tarde a su trabajo, ya que lo regañarían si llegaba tarde.

-¡Hey! Dong Min.

-¡Young Mi! .-Sonriendo.

- Hoy nuestro superior está más irritable que otros días, cuidado.- palmeando su espalda.

-Lo tomare en cuenta.

Los clientes empezaban a llegar y con ellos el trabajo. Había días en los que era demasiada gente comprando que era difícil pasar por un lugar, por suerte este no era uno de esos días.

-Buenos días, bienvenido a Sen6, ¿Desea que lo ayude en algo?

- Necesito unos pinceles y blocks, por favor.

Tomo los materiales pedidos de la última estantería para después guardarlos delicadamente en una bolsa de papel. Nunca antes había visto a aquel chico en su trabajo. Sentía como la mirada del chico no se apartaba ni un segundo de el y... ¿le gustaba? Le gustaba esa sensación de ser observado. Parecían ser de la misma edad.

-Aquí tiene. Vuelva pronto.

Por un pequeño instante, solo por un pequeño instante, las manos de ambos sé tocaron. Sentía que no podía mantenerse más de de pie.

-Muchas gracias.

Ambos se miraban fijamente a los ojos y aunque solo fueron 3 segundos o menos, eso fue suficiente para que Dong Min no pudiera pronunciar ni una palabra. Al ver cómo el chico se marchaba se dio el tiempo de observarlo de pies a cabeza; cabello, brazos, piernas, labios y sí. También se dio el lujo de observar su redondo trasero.

Paint Me. [Binwoo] EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora