Capítulo 12

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Justamente como Lauren había dicho, para mediados de enero del siguiente año ambas chicas se mudaron a su nuevo departamento, en un edificio que estaba a unos 15 minutos de la casa de los padres de ambas, Taylor se emocionó cuando se enteró que las chicas habían elegido un departamento con dos habitaciones para que ella cuando quisiera se pudiera quedar a dormir. El lugar no era la gran cosa, apenas tenía un par de muebles en la sala, una pequeña mesa que servía de comedor, ya que había una barra desayunador que las chicas usaban para comer, en la cocina una parrilla de gas y refrigerador eran lo único que había aparte de los estantes de la alacena y vajilla, el cuarto "mas" grande era de las chicas, donde solo había una cama y tocador con espejo, el vestidor ni siquiera tenía puerta pero eso a Lauren ni a Camila le importaba, lo mejor del departamento era según Lauren el baño, era amplio, iluminado y tenía una bañera, la cual estrenaron a penas la pequeña Taylor abandonó el departamento el segundo día. Les tomo cerca de una semana desempacar todo, con ayuda de sus amigos y familia lograron poner un aire más cálido a aquel lugar, fotografías, lámparas, cuadros y una que otra manualidad fue lo que volvieron realmente al departamento en el hogar de las chicas.

Era la segunda semana de aquellas chicas viviendo juntas en aquel departamento, Camila ya estaba casi del todo adaptada, excepto que el elevador se le volvía complicado, no tenía el lenguaje braille en los botones lo que hacía que se confunda y terminara oprimiendo alguno que no era, para al final no saber en qué piso estaba y terminar llamando a Lauren o esperando que alguna persona pasara con ella para que la pudiera ayudar.

-Me vas a dejar hacerlo sola en el elevador ¿Entendido Michelle? – exclamaba seriamente Camila entrando a su edificio, había salido a comprar la cena y quería ver si esta vez le atinaba al maldito botón del 4° piso sin detener el elevador u oprimir todos los pisos antes de este.

-No te tienes que poner ruda cariño, yo te dejo hacer lo que quieras- se quejaba Lern riendo.

Camila le dio un codazo para luego entregarle la bolsa de comida que cargaba y doblar su bastón porque no sabía que tan lleno podía estar el elevador y no quería darle a ninguna persona.

-Bien, aquí vamos- dijo la pelinegra al momento en que las puertas del elevador se abrieron, entrando antes que ellas un par de chicas que tenían bolsas de vivieres.

Camila tanteo el tablero, no recordaba cómo estaban acomodados los números, si eran de vertical u horizontal y si el botón de emergencia estaba al principio o final, primero sumió el botón de volver abrir la puerta, al escuchar la risita de Lauren se dio cuenta que estaba mal, intento una vez más y sumió el del piso 6, volviendo a escuchar la risa de Lauren, intento dos veces más sumiendo el 2 y 7 piso que era el ultimó, ahora la latina estaba irritada y Lauren no dejaba de burlarse de ella.

- ¿Puede ser para hoy? Deseo llegar a mi piso sin tener que recorrer todos los demás antes- se escuchó en la parte de atrás del elevador, Lauren se volteó dándole una mala mirada a quien había hablado, una castaña con facciones finas, cabello por debajo de los hombros y unos ojos marrones.

Camila al escuchar la queja, dejo de intentar para luego darle un apretón a la mano de Lauren indicándole que ella lo haga. Lauren sin dejar de ver a la chica sumió el botón correcto.

-Al fin, alguien con cerebro- espetó la chica.

-Verónica detente- habló la chica a un lado de ella.

-Lucy deseo comer mi cena caliente, algo que no creo posible gracias a esa morena que se hacia la graciosilla- ante ese comentario Camila soltó un suspiró dejando caer su cabeza.

-Suficiente, no voy a permitir que le hables así a mi novia- intervinó Lauren notablemente molesta.

-Lern no...-

Hacerte sentir mi amor (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora