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Lloré todo el vuelo de camino aquí.

La azafata me atendió con especial atención, mientras que la chica a mi lado me distraía, dejándome jugar con su bebé.

Me limpié las lágrimas con el brazo, por 5ta vez, mientras sostenía la coleta para el cabello que había hecho mi madre, con restos de telas que ella suele usar para sus camisas elegantes.

- ¿Cómo es tu madre, linda?

- Me empujó por la puerta a las 4:00am...- Dije sonriendo.- Luego me dio una lata de dulces y galletas de chocolate para cuando llegase y sintiera hambre... Es una mujer fuerte. Trata de no mostrar emociones, pero estoy viajando por ella y por mi familia.

- ¿Estarás sola?

- Tengo diseciséis años.

- ¿Por qué te vas de casa tan joven?

- Debía independizarme... Es mejor así, las cosas no van bien en casa y otros jóvenes de mi edad pueden trabajar para ayudar a sus familias.

Ella apretó los labios.

- Igual eres muy joven, tienes que cuidarte al hacer tu vida.

- Mis sobrinos y mis primos son aun más jóvenes. Merecen una infancia, yo ya tuve una muy bonita.

- Entonces... ¿Sólo te vas por tu familia?

- Tu harías lo mismo por tu bebé, al igual que él, si fuera mayor, se iría al fin del mundo para verte sana y salva.

Ella asintió.

- Es triste, pero tienes razón... Sin embargo, dijiste que tienes 3 hermanas y 1 hermano, todos mayores que tú. ¿Y ellos?

- Se fueron a otros lugares, estamos regados por el mundo.

- ¿Tus padres están solos?

- No. Mi sobrina tiene 10, quedó encargada de cuidar a los abuelos y mi primo de 15 cuidará a los niños.

Sentía su mirada de asombro.

Un viejito nos escuchó pacientemente todo el viaje, diciendo cosas como "De joven hubiera hecho lo mismo", "Eso es bueno" y "Todo estará bien, muy bien".

Volvió a hablar.

- Como padre, estaría orgulloso de ti.

- Gracias, como hija, estaría feliz de oír eso.

- ¿Qué edad tienen?- Preguntó la joven.

- Ya tienen 65 años.

Las aspiraciones alarmadas de los que escuchaban la conversación se hicieron oír.

La joven del bebé habló.

- Son un poco... Mayores.

- Irán a vivir conmigo cuando me instale. No me preocupa, son muy fuertes y les enviaré sus medicinas. ¡Nos veremos antes de que llegue navidad!

- Ojalá, linda...- Dijo el anciano.- Pero sé paciente, apenas es enero.

Asentí.

Es un lugar hermoso, aquí en los campos de Noruega.

Tengo una familia muy grande, por tanto tengo tíos y tías que no conozco. Pero toda la familia debe ayudarse de vez en cuando, así que un par de parientes me apoyarán.

Jamila y Norbeto Quiroga, una pareja que ronda los cuarenta. Amables, tranquilos y recatados. Gente de hechos y pocas palabras.

Sólo debo preguntar por ellos y ya está.

Gunhild Hex (PREÁMBULO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora