Miro por minutos la entrada preguntándose si estaba bien lo que hacía ¿era malo mentirle a su mentor? El y Eugeo no querían que se acercará a esa mansión, pero no había ninguna razón para evitar aquello. Esa misma tarde hacia un frío grandisimo señal que el invierno se acerca y el cielo estaba nublado con poca neblina y desde está vista podría ver como Valdioria estaba siendo cubierta por la neblina. Se armo de valor tocó el timbre de la gran mansión. Segundos después alguien abrió.
—Diga-
Abrió la puerta otra doncella con idéntica vestimenta que la anterior, solo que esta tenía el cabello rosa.
—Soy Asuna-
—y yo Liz ¿que desea?-
Suguha-san tal vez no les había mencionado acerca de la propuesta, se quedó corta de palabras en cambio esa pelirosa le cerró la puerta en sus narices. Era demasiado bueno para creer una propuesta de este tipo, dio la vuelta cuando de nuevo se abrió la puerta. De nuevo estaba la pelirosa junto con la castaña de la otra vez.
—Lamento no invitarla a pasar, pero esta niña olvido decirme sobre usted-
Asuna entró sintiendo el calor de la mansión dejando el frío fuera de su cuerpo, había unas escaleras en la gran entrada con un enorme cuadro de una pareja.
—vaya si viniste- ahí se encontraba Suguha-san
—gracias por la espera- Asuna dio una cordial reverencia.
—sígueme-
Pasando por un enorme pasillo dieron con el comedor y después con la cocina...la más grande de todas, nunca vio una tan equipada y la dejo con la boca abierta.
—puedes usar todos los ingredientes y si ocupas ayuda mis doncellas estarán a tu servicio. Odio la presión, pero la hora de la comida es a las cuatro y somos en total cuatro, incluyéndome. Espero un buen trabajo-
—y así será-
La señorita Suguha-san salió con una gran sonrisa dejando Asuna a cargo de la cocina. Las doncellas llamadas Silica y Lizbeth ayudaron a Asuna con la ubicación de los ingredientes. Solo en aquello. Fueron sorprendidas con aquella pelirroja como hacía un par de sándwiches en total de dieciséis para los cuatro miembros de la familia. Poco a poco lograron comunicación para no aburrirse mientras preparaban y juntas lograron una pequeña amistad.
—¡Silica dios son pasadas de las cuatro!- Liz
—¡La mesa!-
Cómo un rayo ambas tomaron platos, utensilios, servilletas, copas y manteles para acomodarlo correctamente en la mesa y Asuna río por lo bajó ¿tan rápido paso el tiempo?
. . .
Los miembros de la familia bajaron, Liz y Silica estaban cercas del comedor por si les ofrecía alguna cosa, en el centro de la mesa con una bandeja de plata ya se encontraban los sándwiches listos. Asuna se quedo esperando en la cocina. Los cuatro se encontraban en el comedor viendo atentamente los sándwiches al igual que Kabaya al primer bocado involuntariamente ya se encontraban deborando el alimento. Quedaron sorprendidos ¿como un par de sándwiches se había convertido en algo majestuoso? Se les vio muy convencidos y Suguha no paraba de repetir que tenía una buena elección de pronto llamaron a Asuna al comedor.
Sintió los nervios con cada paso hasta llegar al comedor y su mirada se cruzó con una par de ojos antes vistos y los dos al instante se sorprendieron. Era el sujeto de anoche ¡era de esta familia! Olvido un detalle, ahora mismo usa su abrigo.
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Valdioria
FanfictionQuien lo hubiera dicho, Valdioria era un solo pueblo triste y aburrido, desde que 'aquella familia' llegó al pueblo, todo se volvió más terrorífico incluso para algunos emocionante. Asuna tuvo que volver a su pueblo natal después del suceso con su...