~Capitulo 4~

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*Haley's pov*

¿Señorita?

Una voz grave se podía escuchar lejana.

—Disculpe las molestias pero debe despertarse — Esa misma voz antes lejana se hizo ahora más presente, molestándome.

—Cinco minutos más— Me oí murmurar mientras me acomodaba en ¿una silla? ¿qué hago dormida en una silla?

—¡Señorita!— Alzó la voz la misma persona ocasionando que me cayera por el susto y estampara mi cara contra el suelo —Llevo media hora intentando despertarla, y en serio lo lamento pero tiene que irse a casa o al menos a la sala de espera de allá abajo, podrá venir más tarde.— Apenada, me levanté del suelo masajeando mi cara por el dolor y me salí de la habitación en la que me encontraba.

Ahora recordaba, ayer tuve que venir al hospital por el golpe de mi madre; de seguro me quedé dormida mientras la acompañaba un rato después de que el doctor la decidiera internar para chequear su estado por unos días. Y es que tampoco me quería despegar de ella, eso de regresar a casa y saber que no había nadie no me gustaba. Prefería estar toda la noche en esa incómoda silla a lado de mi madre que estar en casa sola.

Chequé la hora en mi celular y me di cuenta que ya eran las 3 a.m. Wow, no me gustaba para nada estar caminando por las calles a esta hora, así que aunque me costara más dinero, decidí tomar un taxi. Ya saben lo que dicen, la seguridad va primero ¿O era la salud? bueno, se entendía el punto.

(...)

La molesta alarma me levantó de un brinco. Odiaba que sonara tan fuerte cerca de mi oído. Miré la hora en el despertador de mi mesita de noche, genial eran las seis de la mañana, apenas y había dormido; ayer llegando a casa me dio insomnio, con tantas preocupaciones en mi cabeza y después de haberme quedado dormida un rato en el hospital era de esperarse. Después decidí matar el tiempo haciendo algunos trabajos pendientes y me terminé durmiendo como a las 5 a.m.

Sentía como si solo hubiera parpadeado, pero hoy mis clases empezaban a las siete y me tenia que alistar si quería alcanzar al autobús; por lo tanto, tuve que contener mis ganas de dormir un poco más y me levanté de mi tan preciada cama.

Después de haberme aseado y cambiado, bajé a la cocina para prepararme un rápido desayuno. Puse dos rebanadas de pan en la tostadora y fui sacando la mantequilla y mermelada para acompañarlo con mi delicioso té chai. Sip, prefería tomar té, la cafeína nunca me ha caído del todo bien, además el té me encantaba.

Era raro tener que salir de casa sin despedirme de mi madre como cada día lo hacía, apenas la internaron ayer y ya la quería de vuelta en casa; la amo demasiado. Salí prometiéndome a mi misma ir a visitarla terminando mis deberes y me movilicé hacia la dichosa parada de autobús.


Dirán que soy exagerada o histérica, pero por alguna extraña razón de nuevo siento como si alguien me mirara, pero volteo y nadie parece notarme. Tal vez sí me observa alguien pero con tanta gente aquí dentro no lo identifico... o tal vez sea que no dormí bien, si debe ser eso porque vamos ¿por qué alguien quisiera estar mirándome? ni que estuviera tan bonita.

Tal vez tienes un mosco en la frente y no te has dado cuenta.

Tan pronto como mi conciencia habló me golpeé la frente para matar al inexistente mosco, cosa que fue realmente estúpida porque ni había un mosco ahí, y ahora todos se me quedaban mirando raro.

—¿Todo bien?— Me preguntó un señor de la tercera edad que venía a un lado mío. No entiendo por qué yo sola me dejo en ridículo.

—E-em si todo perfecto— Sonreí exageradamente a lo que el señor solo me miró extrañado para después volver a lo suyo.


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⏰ Última actualización: Dec 15, 2018 ⏰

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Tres Chicas, Mil Problemas [BTS fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora