Querida Ex

Te ame...

Claro que sí lo hice, y no lo podemos negar. Y es cierto que fue poco el tiempo que estuvimos juntos en una relación, pero ese poco tiempo fue lo suficiente para poder amarte.

Dicen que existen dos tipos de amor, está ese amor que le entregas a la persona que estará contigo el resto de tu vida, y está el amor que jamás se olvida, ese que por más que intentes olvidar no podrás.
Hasta el momento, tú, eres ese amor que jamás olvidaré por más que intente hacerlo, pero aún no encuentro ese amor que entregaré para el resto de mi vida y la verdad, creo que ese amor eras tú...

Creo que esta vez, se dio el caso que ambos amores se combinaron en una sola persona, tú.

Hay un dicho que dice: "Si amas algo, déjalo ir, si regresa es porque te pertenece, sino lo hace, es porque jamás fue tuyo".
Te deje ir, el mayor error que he cometido en toda mi vida fue ese, y hasta el día de hoy, no me lo he perdonado.
Y es que lo tenía todo contigo, sueños, metas, un futuro por el cual luchar, tenía la inspiración que otorgaba tu presencia para poder realizar cada cosa, para poder escribir todo lo que necesitaba decirte en un libro completo.
Tenia prácticamente a la chica perfecta.

Perfecta en el ámbito de que tú, encajabas perfectamente en los requisitos que yo buscaba en una chica.
Ambos, siendo sincero, éramos felices, nadie nos interrumpía, y es más, hasta nos decían que éramos la mejor pareja.

Pero todo eso cambió en un solo momento. Aquí, es donde el dicho "Todo puede acabar de la noche a la mañana", entró.

Y...
Ya no puedo decir mucho más, yo cambié demasiado los últimos días, y había una gran diferencia entre el chico del cual te habías enamorado, y el chico que te dijo "adiós" en su último suspiro del día.
Desde entonces, ha estado muerto en mi interior, esperando que alguien lo reviva con la esperanza que necesita.

Sé que eres feliz, no me lo puedes negar.
Y te agradezco, por cumplirme esa promesa.
Una cosa más... Antes que este libro llegue a su final definitivo.

Sigue avanzando, y jamás, veas atrás.
Mientras veo como te alejas por tu sendero, yo, regresaré a dónde empecé, a esperar a la persona que esté destinada a mi, la persona que tenga el mismo lazo rojo que yo, atado al dedo meñique de su mano.

Te deseo lo mejor para tu vida...

Nos vemos, si es que el destino asi lo desea.

Adiós...