Capítulo 11. "El corazón no miente"

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— ¿Q-Qué haces? –oficialmente estaba tartamudeando como un imbécil, y es que los labios de Jonghyun sobre mis heridas se sentían demasiado, demasiado encantador.

Jonghyun no dijo nada, continuó dando pequeños y suaves besos sobre mi brazo, a este punto ya estaba con mis ojos cerrados, disfrutando de esos roces y la calidez de su aliento herizándome la piel.

Maldición, jamás nadie me había tratado con esa delicadeza, esto es nuevo para mí.

Jonghyun es nuevo para mí.

—Ya está. –le escuché decir, abrí mis ojos con las mejillas ardiendo, ¡He dejado que pasara esta situación tan extraña!

— ¿Uh? –fue lo único que salió de mis labios, me sonrió a duras penas y señaló con sus manos hacia mi brazo.

Y mis ojos ya no podían estar más abiertos, ¿Acaso estaba drogado? ¿Era real lo que estaba observando?

— ¿C-Cómo? ¿D-Dónde están las marcas? –pregunté atónito.

—Se han ido, las hice desaparecer, marcas como esas no se ven bien en tu cuerpo. –soltó de la nada, logrando alterar nuevamente mi cabeza. ¡Estúpido corazón! ¡No debes palpitar a esa velocidad o me daré un estúpido ataque!

—Eres tan extraño, Jonghyun. –dije observándole yendo hasta la cama, sentándose con la cabeza agachada, jugueteaba con sus manos y dio un largo suspiro.

Me acerqué a su lado, ya para entonces Minho se podía ir al demonio, estaba tan concentrado en ese alíen con ojos de cachorro que las quejas y gritos de Mir para echar a Minho no me molestaban en absoluto.

—No has hecho nada malo, Jonghyun. –di el paso para iniciar alguna conversación, porque estar en silencio me estaba matando de los nervios. —El hijo de puta de Minho ni siquiera debía estar aquí, no sé por qué demonios no se rinde. Me alegro de que le hayas dado su merecido. –dije con una sonrisa, di un golpe ligero en el hombro de Jonghyun, intentando arduamente de relajar el ambiente.

Fue un intento fallido.

Los puños de Jonghyun estaban apretados, ¿tan molesto estaba?

—Hey. –acerqué mi mano a su hombro y me observó detenidamente. Que me mire de esta manera... mierda.

—Quiero protegerte, Kibum. –acercó sus temblorosas manos y acunó mis mejillas (que para entonces ardían) en ellas, tomándome desprevenido, sin la posibilidad de reaccionar de la manera en que yo reaccionaría ante situaciones como esta. — ¿Me dejarás protegerte?

Mis párpados estaban quietos, la voz tan dulce de Jonghyun, resonando por mis oídos como un eco, el aliento a menta que salía de su boca y que reventaban en los míos, deseándome de verdad... alentándome a tener más de cerca ese aroma a menta en mi boca.

Sin estar con los pies sobre la tierra asentí y le vi sonreír.

—Estás feliz. –dijo con la sonrisa aún en su perfecto rostro. ¡Este hombre realmente es malditamente atractivo! Verle tan de cerca me está dejando completamente embobado. ¡Debo verme realmente ridículo!

¡Alguien recoja mi dignidad, por favor!

— ¿Q-Qué? –pregunté intentando no contagiarme con esa sonrisa suya.

—Tu aura está más clara, tintinea alrededor de ti de una forma muy bella.

— ¿Mi aura? –volví a preguntar parpadeando confundido, sentí como sus manos se alejaban de mis mejillas y acarició mis hombros dando ligeras palmaditas.

Perfecta Ambición [JONGKEY] ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora