Inuyasha

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*Narra Inuyasha*

Me llamo Inuyasha Taisho, tengo 19 años, vivo en Europa con mis hermanos y mis padres, los cuales son los reyes, por lo tanto yo soy un príncipe.

Mi vida es un poco difícil, debo estar siempre derecho, vestir formal, asistir a cenas, juntas, bailes, eventos, etc. No es que me queje, al contrario, tengo todo lo que muchos quisieran tener, sin olvidar que mis padres me dan todo el amor del mundo, pero a veces me asomo al balcón de mi habitación y me pregunto ¿Como seria tener una vida simple?, ir a la escuela, tener amigos, ir a fiestas y hacer las  por mi mismo.

Me dirijo al salón del trono donde seguramente estarán mis padres, llegué y efectivamente ahí estaban, hablando con el jefe de mayordomos Miyoga.

-Mamá, papá, necesito hablar con ustedes- dije serio.

-Sí hijo, ¿que sucede? - dijo mi madre Isayoi.

-Quiero pedirles permiso para viajar a Tokio e ingresar a la preparatoria- al escuchar lo que dije se quedaron petrificados y con los ojos bien abiertos que parecía que hubiesen visto un fantasma en el castillo. 

-¿De que estas hablando? - dijo mi padre Inu no Taisho un tanto molesto - ¿Por que querrías ir a la preparatoria?, aquí te dan una excelente educación de muy alto nivel y nunca te ha faltado nada. 

- Y se los agradezco de verdad - respondí - Pero siempre he querido saber como es una vida simple, quiero divertirme, tener amigos y ser libre de las reglas del castillo, aunque solo sea por un tiempo.

Un silencio incomodo se hizo presente en el salón hasta que mi madre lo rompió.

- Pues supongo que esta bien, eres joven y responsable, creo que podemos confiar en ti - dijo mi madre y una felicidad enorme invadió mi cuerpo - pero ¿por que quieres que sea en Tokio?, aquí tenemos muchas preparatorias donde muchos quisieran asistir.

- Lo sé, pero aquí todos saben quien soy, si quiero ser tratado como una persona normal entonces nadie debe saber que soy un príncipe - dije muy seguro de mi decisión.    

- De acuerdo - dijo mi padre - Arreglaré los tramites de tu viaje y traslado a tu nueva escuela.

- Gracias, gracias, gracias, de verdad muchas gracias - no savia que otra cosa decir, estaba tan emocionado que de inmediato subí a mi habitación a preparar mis maletas.



Príncipe de preparatoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora