-¡Samantha baja a desayunar o llegarás tarde!
Ese era mi padre llamandome desde la cocina.
No contesté. Recién levantada odiaba hablar.
Era mi último año en mi Instituto, el año que viene podría irme lejos a estudiar lo que verdaderamente me gustase y podría dejar de estudiar cosas que odiaba, como historia.
Enserio, odio esa asignatura con toda mi alma. Lo siento por la gente a la que le guste.
-¡Samantha!
-¡Voy!
Me había entretenido demasiado eligiendo mi ropa, últimamente hace bastante frío así que me decanté por un suéter blanco, un jean, unas botas negras y una bufanda color granate. Me puse uno de mis chokers favoritos y dejé mi pelo suelto.
Antes de abandonar mi habitación cogí mi mochila negra y bajé las escaleras.-Por fin bajaste.
-Buenos días.-dije besando una de las mejillas de mi padre.
-Date prisa sino quieres llegar tarde.
-No pasa nada, viene Adam a recogerme.
-De acuerdo.
Adam era mi mejor amigo desde que éramos pequeños, mi papá conoce a su familia y a Adam perfectamente. Muchas veces habían pensado que éramos pareja pero la verdad es que nunca hemos llegado a algo más.
Sinceramente me atraía un poco pero no quería decirle nada porque tenía miedo de que él no sintiese lo mismo por mí.
Además si se lo contaba puede que ya no hablasemos como antes, incluso podría crearse un ambiente tenso y no quería eso.El rugido de un motor me indicó que Adam había llegado.
Me apresuré a acabar mi comida y me despedí de mi padre para salir.
-Buenos días Sam.-dijo Adam.
-Buenos días.-dije una vez me senté en el sitio del copiloto.
Su coche tenía puesta la calefacción y lo agradecí internamente pues yo era bastante friolera y siempre tenía frío.
-Estaba pensando...-dijo Adam rompiendo el silencio que habíamos creado.- ¿Por qué no vamos a comer luego? ¿Te apetece? Yo invito.
-Me parece genial.-dije dedicándole una sonrisa.
Adam aparcó su coche y cuando nos bajamos de él toda la gente nos miraba.
Adam era el típico chico popular. Y yo la típica chica normal, la cual nadie sabe ni su nombre.-Este momento es mi favorito del día.-me susurró él en el oído.
No pude evitar ponerme un poco nerviosa al sentir el choque de su aliento contra mi oreja.
-Todos nos miran.-dije intentando ocultar mi cara.
-No. Me miran a mi.- dijo él cual divo.
Yo rodé los ojos, egocéntrico. A lo que él no pudo evitar estallar en una carcajada.
Bueno, fue la carcajada .
Me encantaba su voz. Me relajaba.
Llegamos a su taquilla ya que ambos teníamos historia de España, peor asignatura por excelencia, y él tenía que coger su hermoso libro de 500 páginas.
Al abrir la taquilla una carta de un color rosado cayó al suelo. Él se agachó a recogerla y la arrugó tirandola a una papelera cercana.
-¿Por qué has hecho eso?-frunci el ceño.
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¿Mi Novio Un Vampiro?
RomanceSamantha es una estudiante de 17 años. Su vida es la típica de una persona normal pero todo cambia cuando un vampiro aparece en ella, porque, ¿cómo iba a contarle a su padre que un vampiro formaba parte de su vida?