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Bajé a la panadería donde había quedado con Adam.
Al poco rato vi su coche que se paró en frente de mi.

-Sube.-me dijo él.

Le hice caso y me senté en el asiento del copiloto.

-No vas a creer lo que ha pasado.-le dije mientras me ponía el cinturón de seguridad.

-Soy todo oídos.

-Antes de que me llamases adivina quien se presentó en mi casa.

-¿Tu amiga Hannah?

Negué.

-¿Tu admirador secreto?

-No tengo un admirador secreto.

-¿Y si lo soy yo?

Le miré y el me miró. Estalló en una carcajada.

-Sólo bromeaba.-me dijo.-¿Quién era?

-Mi compañero de química.

-¿Enserio? ¿Y qué hacía Alex en tu casa a estas horas?

-Ni idea. Dijo que vino por instinto.-reí.

-Es un tío muy raro.-dijo un poco serio.

-Pues sí. Su presencia incomoda un poco. Me hizo preguntas un preguntas un poco extrañas.

-¿Ah si? ¿Como cuales?

-Si vivía sola, si estaba sola...

-Mínimo quiere secuestrarte ja ja.

-No me asustes.

-Es broma tranquila. Aún así es un chico bastante raro.

Asentí.

-Bueno ahora vamos a centrarnos en nosotros.

¿Había dicho nosotros?

Eso había sonado muy de pareja.

Empecé a recordar lo que Hannah me dijo por teléfono de una posible declaración y mi corazón comenzó a latir deprisa.

-¿A qué restaurante me llevas?

-A uno diferente a todos los Mc Donal's a los que hemos estado.

-Eso suena a lujo.

-Es lujoso. Habrás traído dinero de sobra.

-La verdad 12€, no sabía donde me llevabas y mi padre no estaba así que no pude coger más de la caja fuerte.

-Tranquila era broma. Invito yo.

-¿Enserio? No puedo hacerte esto, me sabría mal.

-No te preocupes, hoy mi madre me ha dado lo suficiente como para que cenemos esta noche.

-Gracias.-murmure.

Llegamos al restaurante y efectivamente era tan lujoso como había estaba diciendome Adam durante todo el viaje. Nunca pensé que vendría a un sitio así con Adam. Es decir, es mi mejor amigo y yo le quiero mucho pero yo se que él no siente lo mismo por mí.
Pero ahora estoy dudando de sus sentimientos.

Él aparcó el coche en el parking del restaurante y se bajó para abrirme la puerta super caballeroso.

-Gracias.

-No se dan.-cerró la puerta y me alargó su brazo para que se lo agarrase.
Reí y hice lo que me pidió. Estaba muy nerviosa.

Por dentro el restaurante era muuuuuy elegante, del techo colgaban enormes lámparas de cristal, el suelo estaba cubierto por una enorme alfombra de color rojo sangre, las mesas eran redondas y estaba decoradas con un gran mantel blanco, cubiertos y platos, lo típico y un gran jarrón con flores rosadas.
Todo era perfecto.

¿Mi Novio Un Vampiro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora