Ep 9: ¿A que le Teme la Oscuridad?

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Bosques de Danfield
Bodega Abandonada.

Maldición, tengo que hallar la manera de salir de aquí —Pensó Gareth quién llevaba varias horas despierto mientras miraba hacia las afueras de la celda, pero luego de unos segundos, comenzó a recapacitar acerca de ello, y empezó a observar no fuera, sino dentro de la celda. Logró divisar que encima suyo había una especie de abertura, por donde llegaba un poco de luz—. Aún así, no puedo llegar ahí en estás condiciones... —Pensó observando las cadenas que lo ataban,  posteriormente se quedó observando su reflejo en un pequeño charco de agua que había dentro de la celda, fijamente se observaba a los ojos, recordando en quién se había convertido.

Año 2008
Londres, Inglaterra.

Las calles eran tranquilas en la capital del Reino Unido, los niños iban a la escuela y los adultos iban a sus respectivos trabajos, en una de las ciudades del condado Kent, para ser más exactos Gravesend. En uno de los pocos vecindarios que tenía la ciudad, se encontraban una mujer y un niño, en la puerta principal de una casa.

— Cuídate, te dejé el almuerzo preparado en tu mochila y porfavor... estudia ¿si?

— Si mamá.... —Rodó los ojos y bufó—. Ahí viene el Autobús ¡me voy! —Dijo mientras salía corriendo hacia el famoso autobús escolar amarillo. Se acercó a la puerta corrediza que se abrió dejando ver al chófer del Autobús.

— Sube niño.... No tenemos todo el día.

El pequeño con su mochila roja, subió rápidamente al autobús observando a los chicos de diferentes edades que iban hacia la misma escuela que él.

— Linda mochila... ¿te la regaló tu mamá? —Dijo uno de los más grandes dentro del Autobús, el cual se reía junto a su grupo de amigos.

Ignoró lo que aquél chico decía y se sentó sólo en la segunda fila de adelante contra la ventana, observando el camino hacia la escuela, tenía un largo trayecto de campo antes de llegar a la Institución, por lo que apoyó la cabeza contra la ventana y cerró los ojos intentando saltear el largo camino con la esperanza de no volver a tener contacto con los chicos que estaban en el fondo del Autobús.

Horas más tarde.
Instituto Nacional de Gravesend.

El día escolar había terminado, uno normal como todos los demás, los niños habían subido a él Autobús y éste emprendió el camino de Vuelta hacia la casa de cada uno.

— Oye ¡niño! ¡Piensa rápido! —Dijo el chico que lo había molestado anteriormente cuando en un instante lanzó una pelota de fútbol directo al rostro del niño.

Aún con los ojos cerrados escuchó atento a lo que el chico decía, y sin abrir los ojos sintió como la pelota se acercaba a su rostro, por lo que inclinó lentamente su cabeza hacia la izquierda y la pelota pasó de largo impactando contra el chófer del Autobús.

— ¡Demonios! —murmuró el chico sorprendido ante la reacción del niño y asustado tras ver cómo la pelota impactaba contra el chófer.

Él detuvo el autobús furioso y se levantó del asiento dirigiendo su vista hacia atrás.
— ¡QUIEN DE USTEDES MALCRIADOS ME LANZÓ LA PELOTA! —Dijo furioso mientras observaba a los niños quiénes poco a poco giraron la vista hacia el chico del fondo.

— ¿¡Q-QUE ME MIRAN!? —se puso nervioso cuando observó que el chófer se le acercaba para regañarlo.

El pequeño niño quién había esquivado el balón, se escondia detrás del asiento que tenía delante mientras intentaba aguantarse la risa. Pero eso luego de unos minutos cambio al sentir un pequeño escalofrío recorrer su cuerpo, era una señal de que algo malo iba a pasar, cuando poco a poco comenzó a escuchar una bocina la cual se hacía más fuerte. Poco a poco, se levantó del asiento y vió como por la ventana, un camión se dirigía directo hacia ellos.
— ¡CUIDADO! —gritó mientras corría hacia el chófer intentando resguardarlo de un golpe severo, puesto que alguien estaba a punto de impactarlos.

Danfield Ville 2: El híbrido original. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora