Capitulo 4

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Noches largas, días cortos, solía decir mi hermana.
Ahora me doy cuenta de que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, mi hermana se llamaba Sara, solo tengo recuerdos borrosos de ella; pelo largo, rubio y rizado, ojos grandes y verdes y una sonrisa tan grande que impregnaba una habitación con felicidad, callada pero cuando la conocías te dejaba marca, lo que más recuerdo de ella era su olor a colonia de esas que regalan con las revistas adolescentes.
Murió por un accidente de coche a los dieciséis años, no tubo la oportunidad de vivir. Su muerte fue un despiste de la vida, y por ella voy a luchar.
Voy a luchar para que mi madre no pase otra vez por lo mismo, para que Sofía no tenga que pasar por lo que pase yo y para que Suzy no tenga que sufrir. Por nada.
Suzy me alegra la vida, con su ropa, rara, pero le hace ella; su pelo largo y castaño casi tan oscuro como la noche, sus ojos azules tan claros como la mar del caribe y sus labios de forma perfecta de color fresa. Lo que más me gusta de ella es su personalidad, es como un rallo de luz, es capaz de iluminar una habitación con ella . Yo la quiero a ella y ella me quiere a mi, se nota a kilómetros de distancia.
Hoy no tengo ningún tratamiento, el problema es que me encuentro fatal y por eso me tengo que quedar en el hospital, es terrible, de verdad. Anoche no pegué ojo, me tiré toda la noche con fiebre y vomitando, lo peor es que toda la comida sabe a hierro, hasta las galletas de mamá sabían a hierro, y mira que eso es difícil. Lo único que hace que me levante por las mañanas es saber que al día siguiente va a venir Suzy.
Me levanto de la cama y procedo a ponerme el termómetro (indicaciones de Grace), ya no tenía fiebre, gracias a dios, me desconecté de la máquina grande de oxígeno y me conecto a la pequeña que tiene ruedas y es de color azul, es parecida a la que tiene la chica esa de la película, bajo la misma estrella, recuerdo haberla visto con Suzy en el cine, lloremos los dos como bebés, pero ahora desde el punto de vista mío (ahora que tengo cancer) no es nada inspiracional, de hecho te entran ganas de no vivir, es bastante depresiva, pero está bien para llorar un rato, me acerco al baño y me miro al espejo. Tenía el pelo alborotado, mi pelo es parecido al de Sara, me viene un recuerdo de su peculiar olor y le sonrío al espejo, me lavo la cara y los dientes, hasta la pasta de dientes sabe a metal, miro la hora, las nueve y media de la mañana. Me acerco a mi cama y en el cabecero hay una nota de mi madre "cariño, estoy en el trabajo, no te preocupes Sofía se ha quedado en casa de tía Charlotte, te quiero ¡descansa! xxx" y eso hice, descansar, pero antes llamé a Suzy. Cojí el teléfono y teclee su número, que, con el tiempo me había aprendido de memoria, tres bips después y ya tenía su voz en el oído:
- ¡Buenos días!- dijo su voz energética, de fondo  se escuchaba la televisión y, probablemente, su hermana pidiéndole algo.
-¡Hola!
-¿Que deseas caballero?
-Bueno... me preguntaba si vais a venir ha hacerme compañía
- Valla preguntas que haces, ¿por qué crees que de fondo se escucha a una niña de once años pidiendo que le deje unos de mis zapatos favoritos?
- Vale, entonces ¿os veo pronto, señoritas?
- Claro que si
-¡os veo en unas horas!
- Hasta luego, Alex
- Adiós florecilla
Y se termina la conversación, estoy deseando verlas. Me tumbo en la cama y me paso la mano por el pelo, entonces un mechón se me queda en la mano, efectos secundarios, supongo, decido llamar a Grace para preguntarle que qué debería hacer. Me a dicho que sí, es un efecto secundario y que es mejor que me rape la cabeza, porque puede llegar a molestarme la caída del pelo, me ha dicho que en unos minutos, si yo quería lo haría ella, ya sabes, lo de raparme la cabeza, y yo accedí, pasaba de tener que ver como se me caía una de las cosas que me dejó mi hermana.
Unos minutos después viene Grace y me dice que valla al baño, ella procede a sacar la maquinilla y una de esas cosas que te ponen en la peluquería cuando te vas a cortar el pelo, también saca un blanquito para que me sentara.
Me siento y muy delicadamente empieza a raparme el pelo, delicadamente, yo veo como los mechones de pelo rubio y rizado se va cayendo encima de mis hombros, igual que mis lagrimas caían por mis mejillas, esto es difícil. Cuando terminamos levanto la mirada y me miro al espejo, parecía otro. Me pongo las manos en la cara y empiezo a llorar, tenía las lagrimas  calientes y no me quitaba de la cabeza porque a mi me pasaba esto, Grace se acerca y me abraza, ni una palabra solo me abraza, me levanta la cara y me me mira los ojos, me sonríe y me susurra "vas a pasar por esto"
Se acerca al armario y saca la escoba y limpia los mechones que hay por le suelo, luego abre su bolso y saca un regalo y lo deja al lado mia, luego me dice adiós con un gesto de la mano.
Me apresuré a abrir el regalo era un gorro de la marca "love your melon" y al lado había una notita que ponía que todo el dinero recaudado iba a niños con cancer lo que me sacó una sonrisa, me lo pongo y me siento en la cama a esperar que venga Suzy.

Los imprevistos de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora