Para empezar esta historia, deben saber que Elisa es una chica de 16 años de edad, una señorita apasionada de la lectura y de su forma de pensar. Joven, con muchos sueños y con ganas de salir, de tener una vida feliz.
Adrián, un chico con 17 años donde sus familiares ya veían la forma de querer afrontar al mundo, loco apasionado del fútbol, con metas a corto y largo plazo, con ganas de sobresalir en todo sentido.
Diferentes en casi todos los sentidos sentidos. Él entregado completamente a un amor que no tenía futuro, en realidad él siempre fue así, siempre intento querer dar todo a pesar de saber que podría fracasar. Al final, el tiempo le hizo saber que esa persona no era la correcta
Ella, con amores del pasado que no supieron valorar la hermosa mujer que es, hicieron que se sienta mal, y sobre todo haciéndola pensar de que ella no era especial, que no podría encontrar el amor.
Aunque ya habían tenido una que otra conversación, nunca pensaron, que años después el destino los juntaría nuevamente.
Temas al azar, chats en los cuales no había mucha plática, simplemente para saber cómo estaba cada uno en esos momentos.
Los dos tenían una amiga en común, su nombre es Belén. Compañera de colegio de Adrián y amiga de toda la vida de Elisa. Años atrás, en una fiesta que por supuesto los dos estaban invitados además de Belén, Adrián se encontraba en el salón, sólo y sin ninguna intención de ver a alguna chica que sobresaliera ese día. Pero sin embargo apareció Elisa. Era imposible no verla, llamaba la atención ni bien sonreía, sus hermoso ojos y su hermosa forma de hablar hacia que cualquier hombre la observara. En realidad, Adrián sabia perfectamente que una de las tantas cosas que le atraía de ella era su forma de sonreir, su forma de mirarle a los ojos que sinceramente no se puede no querer hablarla.
Aunque ya habían hablado y dejado de hablar por un tiempo, ninguno de los dos insinuó algo más, hasta que en un momento de esa tranquila y divertida noche él se acercó, se sentó junto a ella y con un poco de temor lo único que pudo hacer salir de su boca fue un simple "hola" que segundos después ella contestaría. Ya era casi el final de la noche y aunque él no sabía, Elisa ya estaba a punto de irse con Belén. Esa noche, no resultó ser lo que él esperaba al hablarla, pero si fue el comienzo de ese algo, que año y medio después se volvería muy especial.
ESTÁS LEYENDO
Tú Y Solamente Tú.
Любовные романыPara muchos ésta será una de las tantas historias que podemos encontrar sobre amores que cambian la vida de una persona. Pero si nos ponemos a pensar... Cuántas veces en la vida encontramos a alguien que nos quiera de una forma tan apasionada y tan...