Alejandro Cabello conoció el amor en Cuba.
Se enamoró de una joven que trabajaba en el hotel donde se hospedaba. Sinuhe Estrabao era su nombre.
Conquistó aquella joven hasta que ella no pudo resistirse más a él. Y comenzaron un amor clandestino.
...
Alejandro Cabello camino hasta la puerta de la habitación de su hija, nervioso. No sabía cómo tocar aquel tema sin volver loca a su pequeña. Él conocia muy bien a su hija, y sabía que Karla le tenia pavor a los compromisos. No podía imaginar la cara que pondría al decirle que la única salvación de su 'quiebra' sería casarse con la primogénita de los Jauregui.
" ¿Karla? Princesa ¿puedo pasar? Necesito hablar contigo." Dijo después de golpear dos veces la puerta.
" ¡Pasa!." Encontró a su hija mirando la gran pantalla en la pared. Aflojó su corbata y trago grueso.
" Cariño, y-yo... Karla." Habló fuerte haciendo que la castaña en la cama voltear a verlo con el ceño un poco abajo.
" ¿Que pasa? Te veo nervioso. No creo que sea algo peor que ser pobres, papá." Bufo rodando los ojos.
" Es exactamente de eso que quiero hablar. Hay una manera de salvar mi empresa." Aquello llamó la atención de la chica. Alejandro suspiro y contó mentalmente hasta tres antes de soltar la bomba. " Casarte con Lauren Jauregui." Él hombre cerro los ojos en espera del berrinche pero nada sucedió.
Lento comenzó a abrir sus marrones ojos para mirar la mueca de incredulidad en la cara de la morena.
Karla parpadeo un par de veces al escuchar lo que su padre dijo. Pensó en Lauren. Era una mujer atractiva, rica, amable, según los chismes buena en la cama, rica y sobre todo asquerosamente rica. Todo lo que la joven pudo pensar fue en los millones que el apellido Jauregui tenían. Y pronto serían suyos tambien.
" ¿Cuando se anuncia el compromiso?." Alejandro la miro un momento.
" ¿Ah? S-si. Esta misma noche, si estas de acuerdo."
" Por supuesto, papá." Sonrió caminando hacia su gran armario.
(...)
" ¿Me veo bien?." Lauren pregunto a su hermano.
Ambos estaban fuera de la mansión Jauregui en espera de sus padres y el auto para irse hacia la mansión Cabello. Chris se acercó a la ojiverde y arreglo un poco el cuello de la camisa.
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" Te ves bien, hermana. Tranquila." Chris se rió mirando a Lauren sacar la caja de terciopelo.
" Solo hemos hablado un par de veces y unas dos o tres palabras. Estoy muy nerviosa." Chris suspiro mirando la fuente en medio del jardín.
" Si, entiendo." Lauren miro la expresión preocupada de su hermano. " ¿Que pasa?."
" Sabes que los rumores sobre Karla Cabello no son buenos." Lauren negó.
Había escuchado los rumores. Cada revista amarillista decía que Karla Cabello era una mimada, malcriada, rebelde y borracha. Ningún medio hablaba bien sobre la hija de tan importantes personas como lo eran Alejandro y Annie. Pero Lauren nunca confiaba en esas revistas. Así que para ella eran solo chismes.
