Revenge. •NamJin°

Segundo encuentro.

DongYul sacudió lentamente la cabeza.

—No me queda nada, ni siquiera mi independencia.

—¿Acaso las tasaciones no son lo que tú esperabas? —le preguntó Jin, muy preocupado.

—Yo diría que esas cifras son más que generosas.—Jin frunció el ceño.

—Por supuesto, los precios han caído en algunas zonas. ¿Cómo han tasado el jardín y el vivero?

—Bueno, la finca es de interés cultural, por lo que la ley la protege. Eso hace que su valor de venta sea bajo, para evitar que se pueda caer en la especulación urbanística. En cuanto al vivero, es un negocio pequeño.Tú lo has hecho bien, pero…

—Sé que no es gran cosa.

—Aun así, si el hecho de vender me protege para no tener que ir a los tribunales, ¿cómo voy a quejarme? En cuanto a lo que me has dicho del dueño de Kim's y de ti, eso hace que esta oferta sea aún más
sorprendente.—¿Sorprendente? Le parecía una extraña elección de palabras. Jin se sonrojó y se preguntó si su padre había comprendido lo que él había
tratado de decirle tan
delicadamente con respecto a Kim y a él. Para ocultar su confusión, se agachó para acariciar a Akemi que estaba
tumbado a sus pies.

—Eres bastante atractivo y ya eres adulto—dijo DongYul—. No
se me debe olvidar. No me sorprende que un hombre como Kim NamJoon se haya fijado en ti.—Jin se sentía algo sorprendido por la palabras de su padre. Hablaba tan tranquilo sobre el tema, como sin realmente no fuera un hecho relevante.—Es decir siempre supe tus gustos hijo, deja de mirarme así. ¿Crees que te voy a juzgar? ¡Por Dios Jinnie! Soy la última persona en el mundo que puede juzgarte.

—Bueno, sí...—Jin sabía que ese era el momento menos oportuno para hablar de sus preferencias sexuales, por lo cual retomó el tema anterior—podríamos decir que..—dijo él. Decidió que su padre no había comprendido la clase de relación que NamJoon le había ofrecido, debía explicarle.

—Tal vez podrías hablar con él sobre las tasaciones —murmuró su padre, como si nada—. No necesariamente ahora, pero
puede que dentro de un par de semanas.

—¿A qué te refieres?

—Es imposible que seas tan ingenuo. Evidentemente, tú ejerces una gran influencia sobre el hombre que me tiene en su poder.

—No creo que sea así
exactamente…

—No es momento de falsas modestias —replicó su padre con una nota de irritación—. Elige el momento adecuado y háblale de lo mucho que te ha dolido cómo se ha tratado a tu familia. ¿Te has parado a pensar cómo va a ser mi vida cuando no tenga ni dónde caerme muerto? ¿Cuando me vea obligado a vivir de tu madrastra como si fuera un gigoló?—Jin se quedó atónito al escuchar aquellas palabras.

—Mira, lo siento… No había pensado en eso. Lo único que me preocupaba hasta ahora era que no fueras a prisión.—DongYul parpadeó como si él hubiera cometido una imperdonable falta de tacto.

—Creo que ese riesgo ha sido eliminado y la vida sigue adelante —declaró—Va a resultarme muy difícil encontrar otro trabajo.

—Sí, supongo que sí. Sin embargo, ¿cómo esperas que te ayude el hecho de que yo hable con Kim NamJoon?

—Eres muy ingenuo, Jin. Mientras ese Kim esté interesado por ti, tendrás el mundo a tus pies. Lo mejor que me podría ocurrir sería que yo pudiera recuperar mi trabajo en Fumridge Leather.

—¿Cómo dices?

—Sí. Eso les cerraría la boca a todos los que han hablado tanto de mí. Además, me ayudaría a volver a empezar.