Una paternidad improvisada (BMIN)

7. Final

Un aire de tristeza y alegría se sentía en nuestra casa.

Hoy se iba la pequeña Jisoo, y aunque sabíamos que esto era un cuidado temporal, nos habíamos acostumbrado bastante a los horarios y actitudes que ella tenía.

-¿A qué hora vienen a buscarla?- preguntó BM mientras la cargaba y le hacía caras graciosas para que ella riera- Espero que sea tarde.

-Lo es, mi hermana dijo que como a las 10 pm- dije mientras tomaba mi teléfono y revisaba el chat de conversación que había tenido con ella y mi cuñado- pero siempre se retrasa por algo.

-Y es la primera vez que lo espero tanto- comentó alzando y bajando a la pequeña sin soltarla.

Ambos reímos y yo aproveché para tomar unas cuantas fotos al par.

-Me encanta ésta, la tendré de fondo de pantalla- comenté mientras se la mostraba y él hacía lo necesario para enviarsela- ¿Te parece si la bañamos?.

BM aceptó encantado, le gustaba ese proceso de llenar la mini bañera (la de bebés) con agua tibia y agregarle algo de espuma para hacerlo más entretenido.

Subimos hasta nuestro baño y él preparaba las cosas mientras yo desvestía a la pequeña.

Ya en el agua, Jisoo comenzó a chapotear y nosotros a reír, otros siempre se amargaban por las locuras o maldades de los niños, pero nosotros en realidad nos acordabamos de nuestra infancia.

Estuvimos bastante en el proceso de lavado, por lo que al secarla y vestirla nuevamente, ella se durmió al instante.

-Aló... oh... sisi, no hay problema... esta bien... le digo inmediatamente- una mirada significativa le dí a mi novio, lo que lo puso rápidamente en alerta- nos vemos... adiós.

-No me gusta esa cara- dijo mi novio mientras acostaba a la pequeña en su cuna para que siguiera durmiendo comodamente- Ven aquí y cuentame.

-Llegarán en una hora... la vienen a buscar y se van de nuevo- dije mientras lo abrazaba, nada me era peor que las despedidas y más si sabía que mi hermana se iba nuevamente de la ciudad- los extraño demasiado.

BM me abrazó más fuerte mientras acariciaba mi cabello, yo agarraba con los puños su chaleco negro y trataba de no derramar lagrimas.

-No llores pequeña, que nunca se bien lo que tengo que hacer- me consoló y yo asentí sin decir palabra, no me gustaba preocuparlo y menos que cargara con mis sentimientos.

Estuvimos abrazados un rato hasta que una bocina de auto nos hizo separarnos, era el coche de mi cuñado, lo identificaba sin necesidad de verlo por la ventana.

-Yo iré- dijo él esperando que yo aceptara la idea e iniciará el guardado de las cosas de Jisoo.

Sentí unas voces alegres en la planta baja, y una carrera en las escaleras hasta donde yo estaba.

-Hermanaaaa- gritó la madre de Jisoo mientras se lanzaba a mi espalda y me abrazaba- ¿Me extrañaste?¿Te fue muy difícil cuidar a la bebé?.

-Calma- dije riendo y dándome vuelta para abrazarla, hace mucho que no lo hacía por la distancia- Te he extrañado todo este tiempo... y sobre Jisoo, nos fue tan bien que no queremos que se vaya.

-Sabes que no me puedo quedar en esta ciudad...- la entendía, su historia había sido muy traumática y por eso se había mudado- pero prometo venir más seguido.

-Navidad... vengan para esas fechas- rogué y ella aceptó casi llorando, nos abrazamos más hasta que le indique con la cabeza que viera a su hija.

Ella se acercó y sonrió- La han cuidado muy bien, la he extrañado tanto- dijo mientras acariciaba suavemente su mejilla.

Juro que el sentimiento de ser madre ahí mismo fue gigantesco, pero con BM esperariamos unos años antes para asegurarnos bien económicamente.

-Es mejor que vayan o llegarán muy tarde a casa- dije tratando de soñar normal, siendo que el nudo en la garganta era enorme.

-Si... Muchas gracias por todo- dijo ella mientras tomaba a la pequeña y yo cargaba el bolso en mi hombro.

-No hay de que... y recuerda que vuelves para Navidad- dije sonriendo, sintiendo la felicidad que me provocaba saber que no quedaba mucho para esa fiesta.

-Lo sé, Sominie... de verdad que vendré más seguido- comentó mientras bajaba las escaleras.

BM conversaba animadamente con mi cuñado, pero dejaron la charla para vernos bajar por las escaleras.

-Estamos listas amor- le dijo a su esposo, y yo le tendía el bolso de su hija para que no se les quedara.

Con BM le abrimos la puerta, y esperamos que subieran al auto y partieran para entrarnos nuevamente a la casa.

-Me siento vacio- confesó mi novio mientras se acostaba en el sofá, sujetandome a mí encima.

-Yo también, aunque logré que vinieran para Navidas- dije sonriendo como el gato del país de las maravillas.

-Y si... no, olvidalo- dijo cerrando sus ojos y acunando mis mejillas.

-¿Quieres tener un hijo?- pregunté adivinando sus pensamientos- por que yo también.

Sus ojos se abrieron sorpresivamente y con su sonrisa lobuna comentó- entonces que estamos esperando.

Se paró rápidamente y sujetandome para que quedará como un Koala sujetado en su cuerpo, subió las escaleras mientras me decía cosas bastantes comprometedoras.

Fin.

🙊 ACLARACIÓN IMPORTANTE 🙊:
Las imágenes utilizadas no son de mi propiedad, y por eso agradezco la existencia de estas páginas en Instagram que me otorgan material bmin.

Además seré autocrítica con esta historia y la verdad es que siento que no quedó del todo bien (si alguien le gusta, le pido de corazón que comente. Y si no, también).

Espero que no por esta historia dejen de leer lo que escribo, ya que son muy distintas entre sí (aunque tengan algo dramático o trágico en común).

Se viene más material Bmin 🙈🙈 y las estoy haciendo algunas largas y otras cortas a la vez, pero paciencia, o pasará que mi cerebro se freirá con tantas ideas a la vez.