Una paternidad improvisada (BMIN)

3.

Iba con la pequeña en brazos mientras BM iba empujando el carro de supermercado.

-Jugo... eso deberíamos comprar- dije al ver otro carro pasando por nuestro lado con tal bebestible.

-Si, ya no quedaba- comentó mientras guardaba paquetes de ramen en el carro- ¿Te duelen los brazos?.

-No- respondí en seguida pero la verdad es que mis brazos ya presentaban incomodidad por los 45 minutos que llevaba cargando a Jisoo.

-Pequeña mentirosa- rió mientras se acercaba y extendía los brazos- trae, tu puedes llevar el carro.

-No... te ves muy lindo y no estoy para soportar las miradas hacía ti- sonreí alejándome de él- ya tengo suficiente así, imagina con bebé incluido.

Su risa inundó el lugar, llamando la atención de varias personas que pasaban por ahí.

-¿Y tú crees que así no llamas la atención? Con tu chaleco gris y toda esa carita angelical que le regalas cada vez que la miras- mis mejillas no pudieron evitarse ponerse rojas- Además, los chicos te miran deseando que fueras su esposa y yo no puedo ir y decirles que eres mía solamente.

Me cubría con una mano mi cara sonrojada, sus palabras siempre lograban avergonzarme y esto siempre le hacía estar en ventaja.

Él tomó a la pequeña durmiente y yo me dediqué a seguir acarreando el carro, guardando lo que creí necesario junto a lo que pedía BM.

Ya con el carro lleno y esperando nuestro turno en la fila, me animé a marcarle a mi hermana, ya que no sabía nada de ella y eso me preocupaba.

-Que lindo bebé- dijo una voz chillona a nuestras espaldas, provocando que me girara para ver a la autora de tal horrible voz- ¿Cuál es su nombre?.

-Jisoo- respondió algo cortante mi novio aunque fingió una sonrisa de amabilidad, yo alcé una ceja en su dirección- es igual a su madre.

Yo quise reirme ante el gesto que hacía BM con la cabeza, indicándole que yo era la madre de la criatura.

La chica me quedó mirando en silencio, como si me analizará, y efectivamente lo hizo al comentar- Creo que es igual al bello de su padre.

Reí, podía que la chica quisiera coquetear con mi novio descaradamente, pero que le dijera a Jisoo igual a él siendo que no compartían nada sanguíneo era una tontería.

-Estoy de acuerdo, he elegido buenos genes- comenté en broma, a lo que la chica y mi chico me quedaron viendo asombrados por mi declaración.

Sabía que aquellas palabras iban a generar el desborde de ego de BM por un buen rato, pero no me importaba, era mejor que callarme y aguantar a la chillona con su coqueteos.

La llamada se finalizó son respuesta y decidí dejarlo estar, era normal que mi hermana no contestara su móvil y más si debía alejarse de la ciudad, lugares que apenas recibían señal.

-Amor, ¿puedes tener a Jisoo mientras pago?- preguntó mi novio haciendo caso omiso a los comentarios de la insistente, quien rogaba por atención al arreglarse su escote.

-Claro- respondí mientras con la otra mano ayudaba a poner los alimentos en la banda electrónica. BM espero que pasaramos hasta el final para hacer pago de la cuenta, y dando la espalda a la chillona completamente.

Grave error.

-Que espalda más trabajada- comentó mientras estiraba la mano para tocarla, sin esperar que BM se diera vuelta y le agarrara suavemente aunque firme la muñeca.

-Basta, no ves que estoy con mi familia- escupió ya con desprecio y soltura lo que me tensó inmediatamente, no por desconfianza, sino por la poca paciencia que le quedaba- deja de molestarnos.

-¿Está todo bien?- preguntó la cajera que miraba la escena recelosa.

-Si, es sólo una aclaración a la chica que coquetea descaradamente a chicos con novia e hija presente- respondí tranquila pero con veneno cuando me refería a la insistente.

La cajera permaneció muda y con su labor de contar el vuelto que nos debía- Aquí está su vuelto.

-Muchas gracias, hasta luego- dijo BM y yo le regalé una silenciosa sonrisa de forma de despedida.

-Hey! Tranquilo- dije al momento de agarrar su mano y entrelazar sus dedos con los míos.

El asintió con la cabeza mientras sonreía y acarreaba el carro hasta el auto.