Hace un tiempo, una loba tuvo una camada de cuatro cachorros, entre ellos estaba nuestro protagonista, le llamaremos Shadow. Shadow era el siguiente líder de la manada. Un día, fue a beber agua al lago y accidentalmente, se cayo dentro.
El lobo estaba asustado pero, cuando su vista empezaba a fallar, visualizó una figura vestida de negro que le dijo:
-No tengas miedo, yo te salvo, pero vas a tener que darme algo a cambio.
Shadow no podía hacer nada salvo aceptar, y se desmayó. Al despertar, se encontraba con su madre pero, se sentía raro, como si hubiera entrado alguien en él. Su cuerpo no respondía, él solo recuerda la sangre recorrer sus diente.
Pasados los años el lobo seguía cometiendo actos de canibalismo, pero se encontraba totalmente solo, sin manada, sin amigos, sin nadie. Mientras, en otro lugar, la Madre Naturaleza observaba todos los pasos del lobo, a ella le entristecía y le enfurecía , entonces llamó a sus súbditas, las plantas, para castigarlo.
En una noche de luna llena, Shadow tenía un mal presentimiento, subió a la montaña y las plantas lo empezaron a envolver, el lobo antes de que lo encerraran, le dio su último aullido a la luna admitiendo su derrota.
Cuenta la leyenda, que si cortas esas plantas, el alma de Shadow entrará en ti y sufrirás las mismas consecuencias que él.