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La segunda vez que se encontró con Jungkook fue en Boston, 1843. Ella pudo haber regresado a su país, ya que sus familiares y conocidos ya habían fallecido hace un largo tiempo. Sin embargo, Soyoung aún sentía la necesidad de explorar un poco más, desde que ahora viviría por siglos sus horizontes no tenían límites.

Le estaba yendo muy bien, por supuesto algunas veces necesitaba ciertos camuflajes para pasar desapercibida. Pero ella ahora estaba comenzando una nueva actuación como ama de casa en los paisajes de la Nueva Inglaterra, y de acuerdo a las normas, debía tomar su primer esposo. Obviamente para alguien de su especie, esto eran sólo "apariencias" porque nunca duraba más de 10 o 15 años. Ella siempre luciría como alguien de 20 años, cuando mucho podía aparentar lucir tan vieja como alguien de 30 años utilizando mucho maquillaje.

Ella no podría decir que cada uno de sus matrimonios fueron forzados y que nunca sintió nada por ellos, pero el primero que tuvo fue una decisión un poco obligada y errada por su parte. Él era amable y seguro, pero adicto al alcohol. Su nombre era James y era un nativo americano de 27 años bien educado. Eso le aseguraba una buena posición como esposa y una gran fortuna una vez que el falleciera. Cosa que ella se encargaría de asegurarse personalmente para que sucediese cuando fuera el momento correcto.

El día que vio a Jungkook, fue en el mes de Junio. La temperatura era ambiguamente inestable y ese día era de esos en los que es preferible quedarse adentro para no ser engañado por el clima.

Sin embargo, ella estaba muy feliz ese día. Acababa de tener excelentes noticias, estaba embarazada. Contra todo pronóstico, ella aseguraba que los vampiros no podían tener hijos pero estaba realmente muy sorprendida con esta novedad en su futuro la cual compartiría con su esposo y de la que acababa de enterarse después de la visita del doctor a su mansión en Boston.

Realmente ella nunca pensó en niños mientras fue humana, pero la eternidad es un largo tiempo para vivir por su cuenta que este propósito se volvía necesario en algún punto. Soyoung se halló así misma madurando mentalmente aun cuando su cuerpo no lo hacía, ella observó a los hijos de amigos temporales crecer y así fue naciendo el deseo de tener un hijo propio.

Ella deseaba genuinamente esto y pedía que pasara, incluso si le tocaba verlos morir al menos disfrutaría verlos vivir. Ese día después de que el doctor la visitara y las sirvientas la vistieran ella salió a tomar un poco de sol.

Su vestido era ligero de color claro y ella estaba sonriéndole a todos los que se encontraba por su camino hacia el jardín y deseaba que fuera pronto la reunión de las 4 para poder anunciar a su esposo y amigos la feliz noticia.

Ella esperó y esperó mientras acariciaba su aun no abultado vientre felizmente recostándose de un viejo árbol. Hasta que el apareció y rompió su estado de ensueño. –El clima hoy es agradable, ¿no es así preciosa?

Ella se volteó a verlo recostándose de un lado del viejo árbol mientras le sonreía. Para Soyoung él lucía igual que esa noche en París, igual de joven, igual de arrogante e igual de atractivo.

-Jungkook –susurró Soyoung haciendo que Jungkook ampliara su sonrisa.

-Un gusto verte de nuevo también, cariño –bromeó para sí mismo mientras la mirada de Soyoung recorría todo el lugar, asegurándose de que no hubiese nadie en los alrededores; sin importar qué ella era una mujer casada ahora.

-¿Qué estás haciendo aquí? –dijo entre dientes Soyoung y el soltó una risa corta y colocó sus manos adentro de los bolsillos de su traje caro y se acercó hacia a ella.

-Tengo que admitir que estás tan hermosa como esa noche. Tal como te recuerdo. –incluso si las palabras de Jungkook la molestaban, el sólo seguía acercándose a Soyoung obligándola a retroceder quedando contra el árbol.

Come With Me J.JWhere stories live. Discover now