alone, pt:1

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Sola.

Esa era la palabra exacta que describía el sentimiento de Jennie durante el día.

Sola y fría.

Sola, fría y rota.

Sola, fría, rota y triste.

Pero ella sabía que no podía culpar a Chaeyoung por eso, así que prefería ignorar el hecho de que la menor ya no estaba con ella, de que nunca mas iba a estarlo.

Prefería llegar a casa, sentarse en frente de la mesa, coger un paquete de cigarrillos, alguna botella de alcohol y matarse poco a poco.

Si Chaeyoung estuviera viéndola en aquellos momentos, pero ella no estaba allí.

Jennie tenía esa pequeña esperanza de que la morena entraría en casa de nuevo, de que la abrazaría y le diría que de todo iba a ir bien, pero esa esperanza se desvanecía cuando Jennie perdía el control de si misma.

Y Jennie ya no quería que la salvaran, no quería que Lisa entrara en su casa llorando para que le gritara y le hiciera escupir todas las pastillas que se había metido en la boca. Mucho menos que Jisoo se la volviera a llevar a su casa para tenerla vigilada y que no se le volviera a ocurrir la idea de suicidarse.

Porque habían pasado ocho meses desde que Chaeyoung no había vuelto a aparecer, pero Jennie la seguía viendo.

La seguía viendo en aquella tiendo de discos donde la conoció, la veía riendo mientras que daba saltos en su cama, la veía de todas las formas en la que la mayor la recordaba.

Pero lo que Jennie no sabía es que eso solo pasaba cuando estaba en un estado de éxtasis completo.

Y le daba tanto miedo dejar de ver a Chaeyoung, que prefería a estar al borde de la muerte para poder ver la sonrisa ficticia de su novia en su cabeza.

Jennie se estaba perdiendo tanto, y era culpa de Chaeyoung.

¿Por qué no podía a aparecer de una maldita vez?

¿Por qué se había tenido que ir sin dar ningún tipo de explicación?

¿Por qué existía el sufrimiento? ¿Y por qué le tenía que estar pasando todo esto a la mayor?

No había ningún tipo de respuestas.

Pero Jennie se negaba a la realidad, a la realidad de levantarse sin Chaeyoung, de no poder darle la mano, de no escucharla mas tocar la guitarra, de no verla dormida, ni desnuda, ni cocinando, ni bailando. Se negaba a estar sin Chaeyoung.

Porque se había acostumbrado tanto a ella, que su vida sin la pequeña ya no tenía sentido.

Pero esperarla sería seguir matándose.

Porque Chaeyoung estaba muerta, y no iba a volver.

Así que Jennie quería irse con ella, y si acabar con su vida era la solución, ella lo iba a hacer. Ni siquiera conocía a ese tal Seunghyun, pero le había comprado todo lo que llevaba encima.

Y la morena salió del bar totalmente borracha y comenzó a andar intentando mantener el equilibrio, sin ningún tipo de éxito, provocando que se tuviera que apoyar en las paredes de las calles por las cual caminaba, hasta llegar a su casa, y abrir la puerta lentamente, intentando adivinar que llave era la que la abría, hasta que después de varios intentos consiguió abrirla.

Tiró todo lo que había en la mesa del salón al suelo, Jisoo la mataría si viera como todo su trabajo en intentar hacer que la casa de su mejor amiga se viera decente ahora estaba en el suelo, y Jennie sin querer había caído un marco de fotos de las navidades pasadas.

En aquella foto, Chaeyoung estaba abrazando a Jennie, mientras que la mas bajita de las dos ponía cara de poco amigos ya que no le gustaba la navidad, pero Chaeyoung siempre las hacía mejores.

Pero ahora también era navidad, y la única diferencia era que Chaeyoung no estaba con ella. ¿Para que iba a seguir celebrando las navidades si ella ya no estaba? Las lágrimas comenzaron a caer de los ojos de Jennie, no las intentó parar, el marco comenzó a llenarse de sus lágrimas y esta comenzó a ver borroso, dejó el retrato en la mesa y abrió la bolsa que había traído consigo.

Sacó dos pequeños frascos llenos de pastillas blancas, y tres bolsas llenas de polvo de un tamaño pequeño de este mismo color, volvió a mirar aquella foto y soltó una pequeña sonrisa.

-Espérame Chaeyoung.

Abrió el primer frasco de pastillas tragándolo de golpe, sin agua, sin nada. De un momento a otro sintió un intenso mareo. La morena de pelo largo se llevo un mano a la cabeza, sabía perfectamente lo que estaba haciendo, pero decidió no parar.

De forma torpe, rompió la bolsa de plástico provocando que aquel polvo cayera directamente en la mesa, manchando el suelo y el sofá. Jennie lo miró durante unos segundos, nunca había llegado tan lejos, lo máximo que había hecho era comprar pastillas y tomárselas junto a algo de alcohol, acción que hizo que casi no muriera de una sobredosis, pero Lisa la salvó, pero esta vez nadie iba a hacerlo.

Esnifó el polvo todo lo que pudo, cerrando las ojos con fuerza para después tomarse la mitad del otro frasco que le quedaba, pero todavía seguía en pie y sabía que no era suficiente para acabar con todo. Rompió otro bolsa repitiendo la acción anterior, volviendo a hacer que aquel polvo blanco se metiera dentro de su organismo provocando que la mayor empezara a tener alucinaciones.

Comenzó a escuchar las voz de Chaeyoung diciéndole que parara, pero para desgracia de la menor que solo estaba apareciendo en la cabeza de la mayor, Jennie había acabado de consumir el segundo frasco de pastillas, perdiendo totalmente el equilibrio y cayendo al sofá totalmente inconsciente.

Sintiendo una especie de peso marcharse de ella, dejándola en paz.

Despertando entre los brazos de Chaeyoung, que la miraba triste, esperando una respuesta que la mayor no tardaría en darle.

chaennie ✧ [os]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora