Todos aman a Dick

Pretty Bird (Sladedick / sladin)

Slade abrió los ojos al sentir unas ligeras pisadas.

-¿Te vas antes?- se acomodó en la cama apoyandose con su codo.

-Si... Barbara debe estar esperandome en casa-Dick comenzó a colocarse su playeras mientras buscaba sus pantalones.

-¿Qué le dijiste esta vez?

-Que unos amigos me invitaron a tomar por un rato, le prometí que esta vez no me demoraría tanto- Slade mantenia sus ojos fijos en la figura del menor, y estos bajaron hasta el trasero del otro al agacharse mientras se ponía los pantalones- dijo que ya no pasabamos tanto tiempo juntos... dijo que me extrañaba.

Lo ultimo el menor lo comentó en un tono muy bajo, casi para si mismo, Slade comprendía la situación del otro, su incomodidad ante las palabras de la pelirroja, quizas tendrian que ir frenando sus juntas tan seguidas, pero él no lo podia evitar, no podía resistirse a aquella piel mucho más joven, el deseo lo carcomia cada vez que se alejaban, y él sabia que pasaba lo mismo con Richard.

Ya no recuerda en que punto de sus vidas ellos pasaron la linea pero recuerda perfectamente la primera vez que lo vió, fue durante un evento de caridad que daba Bruce Wayne, un viejo amigo suyo, este mismo durante aquel evento le presentó entusiasmado a su protegido, un pequeño de 9 años llamado Richard Grayson, el pequeño tenía el cabello corto y completamente negro, lo miraba curioso con sus grandes ojos azul celestes.

-¿Señor que le pasó a su ojo?- las primeras palabras que salieron  de esos pequeños labios rosados.

No es que sintiera deseo por un niño, por dios, él no era ningun pederasta, pero aquella pregunta llevó a una conversación que se extendió por casi todo el evento, y al final aquelló dejó un sentimiento calido en su pecho, el joven durante ese transcurso logró enternecerlo con su inocente curiosidad.       Para el siguiente evento logró verlo nuevamente y el niño fue directamente hacia él a hablarle de su año con Bruce, él lo escuchó atento así como tambien le contó viejas historias suyas.       Sin darse cuenta comenzó a asistir a cada evento y Richard siempre se le acercaba, la energía que poseía el pequeño era adorable, parecia una pequeña avecilla aprendiendo a volar, revoloteando de aqui para allá sin cesar.

-Realmente está encariñado contigo Wilson- le comentó una vez Wayne.

Con el pasar de los años la frecuencia con la que hablaban aumentaban e incluso ya el menor teniendo un celular siempre le mensajeaba, siempre le pedía consejos, siempre acudia a él, solamente a él, pero eso no lo sabía Bruce, por alguna razon el menor no le comentaba aquello, y tampoco él impidió aquel secretismo, aquello creaba una especie de lazo más íntimo que no iba a negar que le gustaba.       Para el cumpleaños 16 se vió acorralado en una habitación con lo labios del menor sobre los suyos.

-Este es el único regalo que deseo- dijo el pelinegro mientras se iba de la habitación dejandolo completamente solo.

Se supone que debio de haber estado algo sorprendido, pero no, aquella intimidad que ambos compartian obviamente no conducía a una simple amistad, él no era ningun tonto y sabía que Dick támpoco lo era, el muchacho ya era lo suficientemente maduro para comprender las cosas, para comprender que era lo que queria y lo que no, y él mismo tambien sabía perfectamente lo que deseaba, no podia negar el deseo que le surgia en imaginar al menor de rodillas frente a su entrepierna, el chico habia crecido bastante bien, cuando niño sin duda era adorable, pero ya de adolescente era simplemente hermoso, con unos labios pequeños y llenos que tenian una tonalidad casi rojiza, unas pestañas alargadas que adornaban sus ojos azul celeste, una nariz pequeña y respingada, unos pomulos altos y unas mejillas que aun conservaban la redondes de un niño, su cabello negro caía de forma elegante sobre su rostro casi angelical, era bajo para estándares normales pero su cuerpo era delgado y en completa forma, y ese trasero, casi era un pecado que alguien tan joven fuera tan tentador.