Oh dios como amaba la noche, no había manto mas consiliador que el aire sucio y una luna tratando de sobresalir entre nubes que dominaban el cielo, Damian adoraba perderse entre medio de las largas sombras entre medio de antiguos edificios, hacerse uno con los inquietantes sonidos de bocinas, gritos, pisadas, disparos, Gotham de noche estaba tan viva, más que cualquier ciudad podria estarlo de día, él no lo cambiaria por nada, adoraba ese caos que identificaba a su musa, esta ciudad era su mujer que siempre se mostraba en su mayor pureza, se desnudaba ante sus habitantes y visitantes, nunca mintiendo, jamas engañando sobre la fealdad de su interior, por eso solo podía confiar en ella.
-¿Podría por favor darme un dolar?- una mujer moribunda casi en los huesos se aferró con los dedos temblorosos a su larga chaqueta, la miró por unos segundos.
-Toma- le entregó unos cuantos dolares demás- para las drogas- la mujer casi con la vigorosidad de un niño salió corriendo de allí mientras él seguía recorriendo las calles.
Con paso calmado caminó por un oscuro callejón, de verdad solo sentía en paz en las noches, no cambiaría absolutamente nada de su querida, así era el amor, aceptarse el uno al otro sin condición, y él aceptaba absolutamente todo de su ciudad. Entonces escuchó un grito que sobresalió entre los demas, Damian sonrió, tan solo necesitó unos pasos más para encontrarse el origen, ahí tendida en el suelo se encontraba una mujer con la ropa revuelta y sollozando con todas sus fuerzas mientras al frente de ella un hombre alto pero flacucho se desataba el cinturon, los ojos de la mujer viajaron rapidamente del hombre hacia él, sus ojos avellanas se aferraron a Damian, casi gritaban, rogandole en silencio su ayuda, él simplemente se retiró, el amor era así, aceptar siempre todo sobre el otro, ¿y quien era él para cambiar algo de su musa?, él no interrumpiria el curso natural de aquella belleza.
-¡Hey detente!- entonces una voz interrumpió el curso, sus ojos y cuerpo voltearon y vieron como una figura celeste se avalanzaba sobre el hombre, como si fuera una serpiente el sujeto se deslizó por el hombre y lo noqueó- ¿estás bien?- una dulce voz trajo de nuevo a la vida a esa mujer- voy a llamar en seguida a la policia.
No podía verlo perfectamente pues el sujeto solo le dirigía la espalda, pero llevaba una playera celeste ajustada a su cuerpo y unos jeans algo sucios y rotos, su cabello negro llegaba hasta la mitad de su cuello, el cual era un poco largo y delgado, sus hombros no eran excesivamente anchos pero tampoco pequeños para darle una complexión delgaducha como la del hombre en el suelo, los musculos en sus brazos se marcaban al flexionarlos mientras usaba el celular.
-La policia ya viene, no tienes de que preocuparte, todo saldrá bien- cada palabra salía con una melodia demasiado dulce para su gusto y casi deseó vomitar- ya esta a salvo- la mujer aun en el suelo sentada contra la muralla le miraba casi incrédula, se levantó lentamente y se abrazó al chico más alto, al principio fue algo timida pero despues casi se hundió en el pecho del otro, el chico volteó mientras abrazaba a la mujer, entonces vió su rostro, una boca pequeña, unas mejillas algo redondas como las de un infante, una nariz pequeña y respingada, y una barbilla que no se pronunciaba, poseía un rostro demasiado delicado como para un hombre tan audaz.
La mirada del chico se mantenia fijos sobre el cuerpo del hombre pero repentinamente viajaron hacia el frente y se encontraron con sus ojos, ambos se observaron y pudo notar la perturbación en el otro, sus grandes ojos azul celestes se abrian de par en par casi no pudiendo creerlo, en su rostro entero se dibujaba el horror.
Damian no se movió de ahí, se quedó quieto mirando atentamente al joven, había visto rostro hermosos durante todo lo que llevaba de vida, pero aquel en el que unos cabellos salvajes y oscuros caían gracilmente le hechizó, sus ojos que le observaban con coraje le mandaban una corriente por todo su cuerpo, le observaba tambien con algo de miedo pero tambien con rabia, casi como desafiandolo, y Damian solo pudo sentir deseo por aquel muchacho que rompió el orden de su musa, que quebrantó la belleza de su querida, opacandola con una belleza única y angelical dotada de valentía, convicción y pureza, una sinceridad completamente desnuda ante todos, Damian nunca había visto algo así, aquel chico era todo lo contrario de lo que dictaba su Gotham, eran distintos pero aun así poseían uuna cierta similitud en aquellos rasgos diferenciales, lo cual causaba un sentimiento de protegerlo, asi como protege el caos de su amada.
Entonces la sirenas interrumpieron el momentos intimos entre ambas miradas, el joven volteó el rostro hacia la policia y Damian se perdió entre medio de las sombras.
Ok yo deberia estar terminando mi portafolio pero estoy aqui escribiendo un fanfic.
La escena de la droga se que es un completo plagio de Monster XD pero no lo pude evitar, cuando me di cuenta ya lo había escrito, mi amor por las obras de Urasawa es muy fuerte asi como mi amor por Johan, esa escena simplemente me encanta, les recomiendo Monster.
Tambien me insipire un poco del musical de American psycho, lo estaba escuchando mientras escribia, checenlo, está muy bueno ese musical.
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Todos aman a Dick
FanfictionSerie de one-shots que protagonizan a Richard John "Dick" Grayson como la pasiva que es, en distintos contextos, historias o universos. Damidick Jaydick Roydick Brucedick Timdick Wallydick Lexdick Clarkdick Todosdick (Porque? por...