Abc... Todomomo

K

K de los Kilómetros que recorrería por ti.

Miró de nuevo su reloj de pulsera, no sabía realmente para que seguía viendo aquel artefacto si eso no le ayudaría a llegar más rápido. Apresuró de nuevo su paso sin querer parecer sospechoso, era bastante temprano, de madrugada de hecho, el día anterior había estado resolviendo una misión con su padre, pero luego de un mensaje de texto, dos trenes y casi cien kilómetros después, por fin volvía a casa.

Bueno, realmente no iba a casa, sino al hospital. Una vez que entró a la recepción preguntó por la habitación de su esposa y tomó el elevador que lo llevaría hasta allí. Entró por la puerta con cuidado sin querer interrumpir a nadie. Cuando entró por fin logró soltar un suspiro de alivio, Momo lo miró adormecida y él se sentó en la silla contigua a ella. Había sido una falsa alarma, le dijo la enfermera, su bebé aún no parecía querer dejar el vientre de su madre.