Prólogo

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-Recuérdanos porqué estás aquí, Denisse.

La mujer sollozó y se agitó con fuerza, haciendo tintinear las cadenas que la mantenían unida a la silla. Mechones de un rubio platinado le cayeron sobre la frente, tapándole los ojos.

Su vestido blanco tenía manchas de sangre, pero el juez fingió no darse cuenta de ellas.

-Vamos mujer, tu sentencia podría aligerarse un poco si admites tu culpa...

-¡NO ES MI CULPA!- gritó Denisse, con tal ira que el juzgado se echó un poco hacia atrás- ¡NO PUEDEN ENCARCELARME POR ELLO!

-Oh, claro que podemos- el juez la miró con una sonrisa cruel que dejaba a la vista amarillentos dientes, que haciendo juego con el cabello canoso que alguna vez habría sido rubio- Y lo sabes muy bien. Pero si quieres hacerte la desentendida, tranquila, pegamos esa ley en tu celda.

-¡NO! ¡MI NIÑA! ¡DENME A MI HIJA!- la mujer se retorció con fuerza, clavándose las cadenas en las muñecas de tal forma que empezaron a sangrar.

-No te sirve de nada luchar, Denisse. Sabes a dónde irá tu hija.

-¡NO PUEDEN ALEJARME DE ELLA! ¡NO TIENE LA CULPA! ¡ES SÓLO UN BEBÉ!

-Exacto, la niña no tiene la culpa...¿cómo dijiste que se llamaba?

La mujer no respondió. Unos guardias se le acercaron y trataron de levantarla, pero Denisse se negó a moverse.

-Te he hecho una pregunta. Quiero una respuesta.-exigió el hombre. Ella sabía que el corazón del juez era de piedra, y que bien podía ordenar hacer algo terrible con su hija.

-Cambreen-susurró ella- su nombre es Cambreen.

-Bueno, la culpa no es de Cambreen...si no de ti, querida Denisse.

Los hombres llevaron a rastras a la mujer, y la metieron en una celda oscura y fría. El camastro que colgaba de la pared tenía la Sección A de la Constitución pegada a un lado.

1. Toda Mujer que tenga relaciones con un Cupido, tendrá que parir un varón sí o sí, ya que una Mujer como Cupido es algo impensable, catastrófico e irracional. El pequeño será enviado a la Academia al cumplir los catorce, hasta los diecisiete, y si la Academia lo estipule conveniente, bajará a la Tierra antes o después de su formación.

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1.5 Si en algún caso, la Mujer diera a luz a una fémina, la madre deberá ser sentenciada a tantos años en prisión como lo estipule su juez.

La niña vivirá exiliada en el Mundo E, hasta que cumpla la edad suficiente para aparearse.

Una Mujer jamás pondrá un pie en la Academia de Cupidos, de lo contrario, se le arrancarán las alas y estará obligada a vivir como mortal.

(Esta ley a sido modificada el 20 de Abril de 1999 por el juez Leonard y aprobada por el Consejo)

-Eso es..- la ira de la mujer se acumuló en su garganta. Aquella sabandija había modificado la Constitución ayer. El artículo 1.5 era nuevo...
Denisse sabía que el juez Leonard la odiaba desde que ella había elegido al Cupido Ken para tener relaciones, en lugar de a él.
Pero sólo había una explicación para que el hombre supiese el sexo de su hija antes de que esta naciera, y esa era Madame Bonne-Fortune, la adivina de Ciudad Corazones. La anciana poseía poderes inigualables, y un ojo de iris violeta, con el que veía el futuro.

–No... no puede ser.– Denisse contuvo las lágrimas. Había sido amiga de Madame durante muchos años. No podía haberla traicionado así.
Entonces, ¿quién fue?

En ese mometo, un diente de león pasó volando entre los barrotes de la celda, y se posó cuidadosamente en el regazo de Denisse. Esta lo levantó con desconfianza, y entonces las diminutas florecillas blancas que crecían en el se esparcieron por el piso.

YO CUIDARÉ A TU HIJA.

Aquella era obviamente obra de Madame Bonne-Fortune.

Denisse se acurrucó en el duro camastro, y cerró los ojos pensando en su pequeña Cambreen, y en todo lo que viviría sin ella, en manos de una hechizera de buen corazón.

*****

Medianoche. Denisse dormía. Un nuevo diente de león entró a la pieza, pero la pobre mujer no se dio cuenta. Nuevamente, un mensaje de Madame Bonne-Fortune se formó a sus pies.

LA NIÑA ES MUDA.

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¡Hola!

Espero les haya gustado el prólogo, me harían muy feliz si votaran y comentaran :3

¡Nos leemos!

xxRosexx

Q-pido ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora