Empecemos esta historia con un lindo cuento de hadas.
"Hace mucho tiempo, en un reino muy lejano existió un hermoso y joven príncipe que debido a las exigencias de su malvado padre no podía comportarse como un muchacho de su edad, obligándose a pasar el resto de sus días encerrado entre las paredes del reino con tal de convertirse en el heredero perfecto que todos esperaban.
Su madre, atormentada por ver el malestar emocional de su hijo llegó a un acuerdo con el reino vecino. Al comprometer a los futuros herederos no solo forjaría una tregua amistosa entre ambos bandos, sino que también cumpliría su sueño de por fin tener una hija con quien hablar de cosas triviales, manteniendo la esperanza de que cuando el príncipe cumpliera la mayoría de edad este aceptara sin chistar el contraer nupcias con una completa extraña.
Lo que nadie sabia, a excepción de unos cuantos sirvientes, es que por las noches el bello príncipe se escabullía por los pasillos del castillo para encontrarse en las afueras de este con su enamorado. Un simple plebeyo que sin proponérselo, logró cortejar el corazón de un noble que estaba dispuesto a todo con tal de no separarse de aquel hombre sencillo.
Dispuesto a todo, menos el levantarse temprano y llegar puntual a su lugar de trabajo."
-¡Rayos!¡Voy tarde!- Entre las calles se podía ver a cierto castaño corriendo, rezando internamente con que nadie en la oficina se haya percatado de su ausencia.
Ya era la tercera vez en la semana que se quedaba dormido y para colmo los empleados de su editorial estaban con los nervios crispados al estar cerca las fechas limites, por lo que no se había salvado de ser regañado por sus jefes y recibir unas "sutiles" amenazas de despido. No era algo que hiciera apropósito, es solo que la mangaka que se encontraba bajo su cargo tenía serios problemas emocionales y a cada segundo quería cambiar los guiones o los personajes, argumentando que no eran lo suficientemente buenos y por ende debía quedarse corrigiendo los borradores noches enteras.
-Solo espero que Kisa logre cubrirme- Pensaba el castaño, olvidándose de a quien se refería.
Por otra parte, en Marukawa Shoten.
-Maldito Ricchan- Suspira perezosamente un pelinegro que responde al nombre de Shouta Kisa, al estar sumergido en su aburrimiento y viendo que su principal victima de bromas aún no aparecía.- No tengo a quien molestar-
-¡KISA!- Una voz grave y bastante conocida se escucha en todo el estudio de "Esmerald", varios empleados temblaron con solo escucharla, por lo visto el portador venía de mal humor.- ¡¿ONODERA AÚN NO LLEGA?!- Aparece el editor en jefe Takano Masamune con un archivador en mano.
-Pues...-Hubo unos segundos de silencio, el pelinegro pensaba en alguna excusa con la que poder ayudar a su amigo, por ejemplo decir que estaba en el baño o algo parecido.- No, no ha llegado. Creo que se quedo dormido, otra vez- Obviamente prefiriendo lanzar la oveja al matadero con tal de salvar su propio pescuezo.
-*Suspira*- Se acomoda los anteojos que porta.- Cuando llegue dile que se comunique inmediatamente con su mangaka-.
-Entendido- Responde como si nada mientras teclea en su computadora, fingiendo corregir diálogos cuando en realidad esta manteniendo una conversación en línea.
Por otra parte, entre los escritorios del estudio se podían ver diferentes cuerpos inertes sobre ellos, por una simple razón.
Debido a que las fechas de entrega de los mangas estaban cada ves más cerca en el calendario, muchos de los editores se encontraban sumergidos en un constante estrés y crisis de nervios, volviendo el ambiente laboral tenso y sofocante. Esas fechas literalmente se olían y veían (puaj), ya que la palabra higiene o descanso no existían en el vocabulario de estos pobres hombres y ni hablar de los trastornos alimenticio que eran lo suficientemente graves como para ver esqueletos en lugar de seres vivos. Ese escenario poco y nada tenía relación con ser un estudio de manga Shojo.
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Cambio de Roles
FanfictionEn mi juventud yo tuve un primer amor, como la mayoría de los jóvenes, con la única diferencia de que tuve la suerte de que mi enamorado me haya aceptado como su pareja. Con él todo fueron primeras veces, con él me sentía un chico normal, olvidándom...