capitulo 1

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Paso mis manos por mi cara exasperada, suelto un bufido. Esto es tan frustrante tener que estar rellenado informes, debería de estar en una paya al sol y no estar aquí lamentándome de mi vida.

Conor trata de aguantarse la risa que le provoca mi sufrimiento, pero al dedicarle mi peor mirada no se contiene y suelta una estruendosa carcajada que resuena en toda la oficina.

-ja.ja, muy gracioso- le lanzo una bola de papel que logra esquivar con facilidad.

-vamos, no me digas que vas a estar todo el día con esa cara de amargada- toma la silla con rueditas de su escritorio, se sienta y con ayuda de sus pies se arrastra hasta llegara a mi lado- no están malo.

-claro, porque solo tú puedes ver al bueno c cancelar mi vuelo a México- digo mientras sigo llenando mi informe.

Me por los hombros acercándome a su cuerpo. La tentación de darle un codazo en las costillas es muy grande pero mejor lo ignoro y sigo con lo mío.

Se supone que en estos momentos debería de estar en un vuelo a Cancún, pero estoy en la oficina de la estación de policía llenando un informe de mi último caso y a mi lado está mi irritante poro lindo compañero. Que no es que me haga las cosas más llevaderas.

Sonrió de forma inconsciente al darme cuenta de la forma que lo llame, niego sin borrar la sonrisa, al parecer se da cuenta de mi cambio de humor porque afianza más su agarre en mis hombros.

-vez no están malo si le vez el lado bueno- esconde la cabeza en el hueco de mi cuello. Me estremezco al sentir su respiración, trato lo más que puedo que no note cuanto me afecta su cercanía

Pasan un par de minutos en los que ninguno de los dos hace el intento de alejarse pero a regañadientes nos alejamos al escuchar el llamado de nuestro jefe.

Caminamos por los pasillos casi desiertos. En esta época del año la mayoría de trabajadores están en sus casa con su familia o disfrutando de unas merecidas vacaciones. Los únicos que se quedan son los practicantes nuevos o los de vigilancia como también alguna que otra secretaria o en este caso yo y mi compañero que corrimos con una muy mala suerte.

Entramos a la oficina del jefe – como solemos llamarlo – el lugar está decorado con pequeñas lucecitas y en una esquina un pequeño arbolito de navidad, detrás del escritorio esta nuestro querido jefe. Es un hombre robusto y bastante alto, su piel es bronceada pese al clima frio que hace todos los días en la ciudad, con una barba de días. Aunque es un hombre que debe de rondar los 50 no tiene un una sola cana.

-bien, ahora se preguntaran porque les hice cancelar sus vacaciones- afirma esperando nuestra respuesta. Nos mantenemos en silencio para expresar nuestro disgusto – bien lo que pasa es que están masacrando familias enteras en un pueblo al sur de Alaska – pone un informe sobra el escritorio, antes de que pueda tomarlo Conor se adelanta, una vez en sus manos se dispone en darle una ojeada – los asesinatos llevan ocurriendo aproximadamente durante un mes, las autoridades del condado recientemente su puso en contacto con nosotros...

-¿Por qué tardaron tanto en pedir ayuda? – pregunto de forma brusca. Alza una ceja ante mi interrupción pero no parece molestarle por que continúa.

-lo que iba diciendo antes de que la señorita – hace un gesto señalándome, bajo la cabeza avergonzada por mi actitud – me interrumpiera era que creyeron que podían controlarlo pero los asesinatos ocurrieron con más frecuencia así que están desesperados.

Es lo único que me agrada de mi jefe, que es directo y no le gusta andar con rodeos.

-pero ¿Por qué no llama a otros? – instantáneamente me arrepiento de haber pronunciado aquellas palabras. Vuelve alzar una ceja por mi atrevimiento, ya no puedo echar para atrás – sin ofender señor pero yo quería descansar un poco.

- estoy seguro que cuando leas el infirme no pensaras lo mismo.

Volteo en dirección a mi compañero, no sé en qué momento se sentó en uno de los sillones de lo oficina, acorto la distancia que hay entre él y yo hasta situarme frente a él, está demasiado concretando leyendo que no se da cuenta de mi presencia le quito el informe de las manos sin importarme que parezca un gesto maleducado. Comienzo ante su mirada indignada.

Mi respiración se corta se corta mientras leo, miro a mi jefe y otras vez el informe al comprender por qué me asignaron este caso.

Al parecer quien sea que está cometiendo estos crímenes deja su huella o su marca como diciendo que él estuvo allí. Las victimas aún se encontraban en sus hogares cuando encontraron sus cuerpos y cada una fue encontrado en sus camas, aparentemente fueron asesinados mientras dormían, cada uno con profundos cortes en el cuello hechos con un arma blanca y encada escena del crimen se encontraron fotos de sus víctimas ralladas y rasgadas como también mensajes escritos en las paredes con la sangre de las víctimas.

Exactamente en la misma forma que estaba mi familia.

Miro incrédula a mi jefe, asiente ante mi pregunta no formulada.

-ahora ya sabes por qué te di el caso si lo resuelves podrás cumplir lo que prometiste hace años.

Asiento porque ahora no soy capaz de formular palabra alguna. Me cuenta un poco pensar con claridad.

Es muy poco probable que dos asesinos tengan la misma forma de modo operandi, según el informe los mensajes son siempre los mismos los cuales dicen.

"Esta familia está podrida no tiene perdón de dios"

Lo cual es un poco contradictorio, podría tratarse de algún fanático religioso pero que las victimas este en las mismas condiciones y hayan encontrado los mismo en esas cosas no puede ser un coincidencia.

Cuando yo apenas tenía 13 años toda mi familia fue asesinada en nuestra propia casa, por alguna extraña razón el asesino de dejo con vida, en ese mismo momento esta tan asustada que pase por alto el mensaje que estaba en la paren del cuarto de mis padres como también las fotos rasgadas que estaban por todo el suelo, no fue hasta que comencé a trabajar como policía encubierto que me entere de su existencia. Después que logre salir del shock jure encontrar al bastardo y hacerle pagar.

Ahora 12 años después y con mis 25 años no voy a desaprovechar la oportunidad de que posiblemente pueda poner al desgraciado que me arruino la vida tras las rejas.

-mañana mismo pueden irse, tendrán que trabajar encubierto para no levantar sospechas, van fingir (por decirlo de esa forma) ser una pareja de recién casados que se mudan a un pequeño pueblo a comenzar con su vida, les aran creer a sus habitantes que no saben nada de lo que está pasando – salgo de mis pensamientos al escuchar la voz del jefe. No me gusta trabajar mucho de encubierto las misiones pueden ser muy riesgosas, el tema parece ser más complicado de lo que creí para tener que ir de incógnito – quiero informes para dentro de dos semanas, pueden retirarse.

Deja por zanjada la conversación. Conor se incorpora se despide con un apretón de manos, murmuro una debil despedida antes de salir.






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