capitulo 3

2 0 0
                                    


Ya pasaron dos semanas desde que llegamos a este pueblo y no hemos encontrado nada que nos ayude con la investigación y tampoco ha ocurrido nada fuera de lo normal cosa que ya comienzo a aburrirme.

Al venir de incognitos Conor y yo necesitamos empleos de medio tiempo solo para no levantar sospechas.

Gracias a que en la escuela era buena en física, tuve que buscar trabajo como maestra en ese ámbito en el instituto del pueblo – el único del lugar – y Conor como administrador de una pequeña librería.

En estos momentos me encuentro empacando mis cosas para ir a casa, después de una larga jornada de clases.

Por fin.

Mañana es navidad y el clima en este lugar suele bajar más para estas fechas, mires donde mires hay gente con abrigos tan gruesos como un cobertor y niños con tanta ropa que parecen momias.

Ya en el estacionamiento observo a varios estudiantes que se montan en sus autos, de ellos o de alguien más, o padres que incluso vienen por ellos, desde que comencé a trabajar note que la seguridad del lugar es abundante por no decir un tanto exagerado.

Policías cada dos esquinas, cámaras en las fachadas de las casas o padres que van a recoger a sus hijos de preparatoria. Nadie habla del tema como si eso fuera un tabú, incluso llegue a preguntarle a uno de los colegas, a lo cual me contesto que ese no era asunto mío. Conor me comento que le pregunto a uno de sus compañeros que le contesto de la misma forma.

Muchos pensarían que por ser navidad el lugar estaría más que alegre pero las calles están desiertas apenas si se ve una casa con adornos y las pocas que si tienen se encuentran totalmente desprovistas de gente.

Llego a casa justo en el momento que comienzan a caer pequeños copos de nieve.

-vaya parece que tendremos que pasar la navidad con frio – habla Conor desde algún lugar de la sala.

Sacudo el barro de mis botas, cuelgo mi abrigo en el perchero. Camino a la sala, huele a cochote y galletas dulces, me guio por ese dulce olor, encuentro a Conor recostado plácidamente en el sofá, lleva puesto un abrigo que a simple vista se ve abrigador junto con unos simples vaqueros de mezclilla. Me desplomo en uno de los sillones individúeles.

-supongo, me un poco en frio pero no quiero ser una paleta andante - toma una de los vasos llenos de chocolate tibio y dos galletas dulces.

-bueno y ¿lograste sacar algo de alguno de los estudiantes? – pregunta. Niego suspirando frustrada.

-se niegan a hablar, lo único que logre sacarles que algunas de las familias tenían problemas – tomo un sorbo de la deliciosa bebida antes de darle una mordida a una de las galletas.

-lo mismo logre sacarle a uno de mis colegas - Conor se acomoda bien en el sillón para poder que nuestra conversación sea más seria – cualquiera pensaría que alguien de alguna de esas familias se volvió loca y mato a todos sus seres queridos pero si lo ves de otra forma resulta imposible porque ninguno de los integrantes de estas familias desapareció todos fueron encontrados muertos – niega escondiendo la cara entre sus manos, frustrado.

Yo también estoy muy frustrada con este caso, ya van dos semanas en este lugar y no hemos avanzado en nada en nuestra investigación. Caminamos a ciegas y poco a poco estoy perdiendo las esperanzas de encontrar al asesino de mis padres.

Aunque no debería frustrarme de este tipo de casos suelen tardar en ser resueltos incluso en algunos casos nunca se encuentra al culpable dejando el caso en el olvido.

Podremos pasar meses incluso años en el lugar y es posible que nunca encontremos nada.

-bueno no importa ahora, me madre llamo antes de que llegaras te manda saludos –sonrió ante la mención de la madre de mi compañero.

Esa mujer es un amor de persona, cada vez que los visito preparan todo tipo de postres, incluso que desde que la conozco he subido unos cuantos kilos, acostumbra a enviarme postres con Conor y con el recado que tengo que visitarla más seguido.

He paso varias navidades con la familia de Conor, son muy alegres y se convirtieron en una familia para mí, este año tenía planeado pasar. La navidad en una playa con Conor, pero no siempre las cosas salen como queremos.

-Ah y también compre algunas cosas para la cena de navidad mañana, que no estemos en una playa tomando piña colada no quiere decir que se arruino nuestra navidad – creo que es una de las cosas que más me gusta de Conor, nunca pierde el entusiasmo.

***

Ya es la mañana antes de navidad, Conor y yo ya estamos preparando la cena aunque aún es muy temprano para prepararla, prefiero hacer las cosas más temprano para que las cosas no se amontonen. Conor me ayuda en todo lo que puede, pese a que un pésimo cocinero, hace su máximo esfuerzo para que las cosas salgan bien.

Ya de noche, Conor y yo ya nos encontramos cenando mientras contamos viejas anécdotas de cuando cada una era pequeño o cuando nos conocimos.

Puede que este momento no tengamos a nuestras familias o que esta no era que habíamos planeado pero todo esto es bueno y absolutamente perfecto para mí, nada puede salir mal

O eso creía...




Ne fallatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora