07;

141 20 0
                                    

—Removeremos el yeso de tu brazo mañana por la tarde.

Observé mis pies, no sabía qué otra cosa contestar además del predecible gracias.

—Podrás irte a casa pronto, Seol.

Casa. Nunca me había puesto a pensar si alguien estaba esperándome allá afuera, aunque lo dudo. En todo este tiempo solo aquella señora se ha atrevido a visitarme.

Pero, si me voy...

¿Qué pasará contigo, Lisa?

cuando despiertes; lalisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora