Tus...

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El mayor dejó sus huellas en la nieve por un extenso camino, bien abrigado entrecerraba los ojos, chocando en contra con el viento intenso de ese invierno; Un día como ese sin duda habría faltado a clases. Pero no podía ignorar la ferviente invitación de uno de sus mejores y nuevos amigos: Ese día, a primera hora, debía presentarse en su casa para caminar juntos a la escuela, obviamente estaba un poco confundido, no sabía el porqué de la anticipación, pero una vez llegando a su destino suspiró cansado, sacando su mochila para tomar algunas piedras en su mano. No, no deseaba vandalear.

¡Jimin!

A un par de exclamaciones provenientes de su ventana finalmente abrió los ojos de golpe.

Miró el reloj agitado. El cielo seguía obscuro...

-- ¡Me congelo!

Las piedras seguian golpeando su ventana junto con algunas exclamaciones para llamar su atención. El pequeño castaño incluso agradeció cuando al abrir la ventana y asomarse aquella piedrecilla cayó en la habitación y no en su rostro.

-¡Es temprano!- habló molesto, sin pensarlo mucho (Debido al sueño que aún no aullenta por completo)
Sin embargo, recordaba que todo había sido idea suya, y que jamás quedaría tan mal diciendo que ahora se encontraba cansado, menos con su admirable 'hyung maestro min'.

El mayor seguía esperando pacientemente, con una sonrisa bajo su bufanda, seguro el pequeño no tardaría tando como para lanzar una piedra nueva.

Y así fue, a unos minutos de haberle llamado el pequeño ya se encontraba frente a él, con una sonrisa simple.
-- ¡Buenos días!...

El rubio sonrió -- Buenos días, amigo.

Había silencio mutuo durante el camino, ahora ambas huellas se dirían a un destino fijo, aunque sin fluidez, ya que la temperatura era realmente baja para ambos cuerpos débiles.

Yoongi dirigía el camino, había detectado un poco de falta de atención de parte del más bajo (Quien se supone sería el guía y anfitrión de la junta) pero quien al ser probado de si realmente estaba atento o no, sólo siguió a su mayor cuando este tomó un camino distinto intencionalmente, sumado a que veía tanta normalidad que dirigía una mirada adorable hacia el mayor y la regresaba al frente, sin notar nada fuera de lugar.

El mayor solo lo miró con ternura y paciencia. Volvió al camino original hacia el establecimiento escolar.
No sabía si continuar o iniciar una conversación, tampoco sabía si el menor estaba completamente lúcido para hacerle una pregunta al azar, o bien su lengua no quería pronunciar palabra alguna mientras su cuerpo se encargaba de continuar caliente.

Por el otro lado, casi todo el camino el menor miraba con aprecio a su amigo.《Hyung es tan admirable que aceptó mi invitación!》pensaba alegremente, tragando en seco cuando llegaba a la idea de su explicación..

《"--¡Hyung, gracias por venir! jaja Esperaba que....

    
     -- Jimin, ¿A que vinimos tan      temprano?

¿A que vinimos tan temprano?
¿A que vinimos tam temprano?
¿A que vinimos tan...

-- Brrr-- tembló.

Ahora si miró a su alrededor, juraba ver un poco más oscuro que hace un rato aunque no estaba seguro. Casi no reconocía el lugar y era extraño, pero para su suerte se detuvieron, y pudo sentirse aliviado al ser guiado a retroceder y tomar otra dirección un poco más clara. Así la situación volvió a repetirse, el camino se oscurecía y retrocedían, casi con un patrón. Lo que curiosamente lo hacía sentir culpable y avergonzado.

El silencio permaneció, tuvo algo más de alivio al evitar la interrogación o critica por lo que había caudado. Sin embargo, después de diez minutos de más y más silencio sentía algo de tristeza al no escuchar frase alguna de su compañero.

Aunque tal vez el que no hablase no significaba que estuviera molesto, o que no le agradara, pero claramente le había dado razones para hacerlo, pues no se podía ignorar que el clima y la oscuridad les había hecho confundir el camino mas de una vez, y tropezar con lo más insignificante que hubiera en él, no obstante ninguno de los dos decía algo "Volvamos a casa" ,"regresemos" No eran más que pensamientos en la cabeza del menor, Y ya a estas alturas le avergonzaba un poco iniciar una conversación trivial en una situción pesada y por su culpa, una situación provocada por alguien inconsciente y desconciderado.

Seguro el mayor ya lo había pensado, seguro preferiría estar en su casa que aquí. ¿Y quíen no?

Finalmente suspiró dejando ir la tensión, agachando su rostro con vergüenza -- Lo siento por traerte tan temprano, la verdad que no pensé que tan oscuro estaría, debimos habernos quedado en mi casa... ¡No tenía planes de asistir hoy! Realmente el camino está feo y hace frío, hyung, Volvamos...-- ordenó.

Hubo más y más silencio...
Sin querer, enfectivamente esperaba una respuesta consoladora. Pero su corazón se rompió y congeló, cuando  se percató de que la mano que sostenía no era la de su amigo.

Dolls 《En proceso》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora