5. MAGIA DIVINA | OSCAR (V)

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—¿Cariño?

—¡Mira esto, mamá!

Apenas escucho mi propia voz, sé que estoy soñando. O soy parte de un recuerdo en mitad de un sueño.

Aquel día.

Aquel día me...

—¡Cariño, baja de ahí!

Me sentía la reina del mundo. La que podía verlo todo. Omnisciente. Omnipotente. Podía ser y saberlo todo desde ahí.

Arriba del tobogán.

Miré hacia atrás y me aseguré de seguir teniendo mis alas.

Además, la varita mágica en mi mano podía darme certeza de que estaría protegida por algo más fuerte que la gravedad.

—¡Lucy, deslízate por el tobogán ahora!

—¡No, mamá! ¡Mira lo que puedo hacer!

Mamá se acercó a las escaleras y empezó a subir para intentar atraparme.

—¡No! —me opuse—. ¡Las hadas vuelan y yo soy un hada!

—¡Claro que no lo eres!

—¡Sí lo soy!

—¡LUCY!

—¡Puedo hacerlo!

Y me dejé caer.

Desde siempre supe que existía algo mágico. Algo más allá de lo que todos ven. Algo que nadie podría explicarse con el solo sentido común.

Pero ese día no era el momento.

No tenía cómo demostrarlo.

Salvo, con un brazo roto.




El sonido del agua me llega antes de abrir los ojos.

El pasto y la picazón en mi rostro empiezan a volverse insoportables. Siempre me dijeron que era alérgica a entrar en contacto durante mucho tiempo con el césped, aún peor si era natural.

Pero ¿dónde se supone que estoy?

A mi alrededor se extiende una masa de árboles dispersos. Hay flores en el suelo. Los árboles tienen flores. Rojas, lilas y amarillas. Son hermosas. Pero soy alérgica. Miro mi piel, corroboro mi respiración, mis brazos, mis piernas. Todo está en orden. ¿Es que ya me he muerto?

Los recuerdos de anoche (¿ha pasado una noche?) comienzan a impactar poco a poco en mi cabeza como martillazos o relámpagos.

Oscar.

BESTIAS | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora