Perspectiva De Un Adolescente

Capítulo 15 - Nada es lo que parece

La vida da giros inesperados, todo puede cambiar en tan solo un instante que puede marcarlo todo. Nuestra percepción de lo real puede ponerse a prueba y ya no sabremos en que creer o quien creer.

Aún reacuerdo el impacto de aquella tarde de diciembre como si hubiese sido ayer, es casi imposible describir todo el miedo y la confusión. Después de tanto tiempo de haberme dejado afectar por la falta de una figura paterna, que en un instante se presente frente de mi me hace creer que todo es una mentira...

Ahí estaba yo, de pie observando con asombro aquel extraño que pronuncio las palabras "Soy tu padre". Mis oidos lo escucharon, pero mi mente no logra procesarlo. Mi cara de confusión es bastante evidente, no comprendía lo que pasaba.

- ¿Qué has dicho? - pregunto tratando de comprender el asunto.

- Lo que oyes, yo soy tu padre. - empieza seguro de lo que dice. - y parece que tu madre a tratado de alejarte de mi. - concluye.

- Era lo mejor, por eso le dije a James y Elizabeth que has muerto, era lo mejor para ellos. - responde mamá muy alterada.

- ¿Les has dicho qué? - dice confundido y algo irritado.

- ¿Cómo es posible que seas mi padre? - suelto mis palabras en un grito para que se me explique todo esto.

- Eleonor como has podido, los muchachos debían saber quien es su padre. - le réplica a mi madre, se acerca a mi y dice:

- Soy Robert Smith, tu padre, poco después de que naciste y de que Elizabeth cumpla dos años me condenaron por un crimen el cual ya page. - empieza a explicar y a una esquina de la habitación se escucha como Nathalie empieza a sollozar y decir que se debio haber muerto en la cárcel.

Sólo observo a mi hermana mayor con asombro, nunca la había visto así, tal parecé que conoce a este hombre que dice ser nuestro padre pero ¿Por qué le desearía la muerte?

- ¿Qué crimen has cometido? - le pregunto intrigado.

Él solo coloca su mirada al suelo, se ve muy inseguro de contestar.

- Este hombre me violó - grita Nathalie y se tumba en el suelo.

No podía creer lo que escuchaba, si en verdad el tal Robert es nuestro padre como pudo violar a su propia hija.

- Pero... Pero como ¡Como has podido violar a tu propia hija! - espeto con rudeza.

- No es su hija - empieza a explicar mamá. - Robert es padre tuyo y de Elizabeth, pero no de Nathalie, ella es solo tu media hermana. La tuve en un matrimonio antes de conocer a Robert, pero su padre falleció. -

La cabeza estaba a punto de explotarme, era demasiada información que digerir. Debía asimilar el hecho de que mi padre estaba vivo y que había violado a Nathalie, quien por cierto resulta ser en realidad mi media hermana, todo esto en tan solo un instante.

No podía seguir con esto así que solo me dirigí a la puerta de en frente y salí de la casa, dejando a mi madre y a ese hombre discutiendo y Nathalie tratando de no llorar.

Me siento en el césped afuera de la casa, respiro ondo y trato de comprender lo sucedido. Después de tanto tiempo con haber deseado tener un padre en ese instante desearía que no hubiera aparecido.

Recuerdo como ese día estuve sentado un buen rato con mil dudas, con una gran confusión. Mi manera de ver las cosas cambio, ya no entendía nada. Hay momentos que nos definen y lo cambian todo, y definitivamente este fue uno para mi.

- Hijo ¿Estas bien? - veo detrás de mi, era Robert, se acerca y se sienta a mi lado.

- No, no lo estoy imbécil - digo ya bastante traquilo. - y no me llames hijo - concluyo.

- Tienes razón, no merezco llamarte hijo. -

- ¿Pasaste en prisión estos quince años? - le cuestiono.

- Me dieron una condena de siete años pero salí dos antes por buena conducta. -

- Entonces has estado libre casi 10 años y nunca nos buscaste. -

- Claro que los busque - se explica - Pero se habían mudado y cuando daba con ustedes de nuevo volvían a cambiarse de ciudad. -

- Creo que eso explica porque nos mudábamos siempre. - le menciono.

- Pero... ¿Qué esperas conseguir apareciendo así? - le pregunto porque en verdad me interesa saber lo que pretende.

- No quiero que pienses que soy un mal hombre. Es verdad cometí errores pero... -

- Violaste a mi hermana. - le interrumpo. - Desde que tengo memoria ella a vivido conmigo y he podido sentir un odio de ella hacía mi y finalmente comprendo la razón de eso, porque soy tu hijo. - le explico lo mal que lo he pasado por su culpa.

- Comprendo, actúe mal y me arrepiento de eso. En la cárcel entre a un grupo de apoyo y con ayuda me converti en un hombre nuevo durante esos cinco años. - su rostro luce como si dice la verdad, pero en este punto no ser en que creer. El continua:

- Poco después encontré una mujer en mi camino, fui honesto, le dije lo que hice y lo arrepentido que estaba y me ayudo a salir adelante. Al día de hoy estoy felizmente casado y hace poco a nacido nuestro primer hijo, tu hermano. - eso me vino de golpe, no podía creerlo.

- ¿Tengo un medio hermano? -

- Si

- Si tienes una nueva familia ¿Por qué has venido? - le pregunto y el sonríe.

- Cuando lo vi nacer recorde cuando vi nacer a Elizabeth y después a ti, supe que tenia que encontrarlos. - suelta un gran suspiro. - No espero que tu madre y Nathalie me perdonen, pero quisiera que ustedes si. -

- No creo poder perdonarte - le respondo con total franqueza, una expresión de tristeza aparece en su rostro.

- De acuerdo James, lo mejor es que me vaya ahora. No me gustaría que llegue Elizabeth y alterarla también. - se levanta dispuesto a irse pero antes dice:

- Tu nuevo hermano se llama Michael, me gustaria que lo conocieran. Espero que esta no sea la última vez que nos veamos.

Y no fue la última, lo volví a ver. Pero en ese instante solo veía como se alejaba.

Esa noche le explicamos lo sucedido a Elizabeth y no lo tomó muy bien como era de esperarse. Recuaerdo esa noche como una de las peores, la tensión de lo ocurrido aún nos recorría, mucho salió a la luz. Recuerdo esa noche como una de las más oscuras.

Tal vez tuve que plantearme de nuevo lo que creía como real en ese instante. Quizas y nada es lo que parece. Y entonces nos encontramos con la oscuridad en un día soleado.

Quizas...
Nada es lo que parece...