Capítulo 20

472 42 3
                                    

-jueves 3 de agosto de 2017-

Alexis, Matías Frías, y ahora comenzaba a sospechar de Simón. Sentía que mi cerebro iba a explotar en cualquier momento.

Anoche me la pasé encerrada en mi habitación, llorando y culpándome de mucho, y aunque mamá me suplicó que le abriese para poder contenerme, nada me convenció de salir, estaba devastada. La única razón por la cual me encontraba en el colegio hoy era porque Caro tenía información que darme y requería de ella para apaciguar el tsunami que comenzaba a causarse en mis remotas aguas mentales—Y sí, estoy hablando metafóricamente—.

Me alivié cuando la vi bajando de la camioneta de su madre, de la cual se despidió con una amplia sonrisa. Confieso que por un momento sentí envidia hacia su feliz estado de ánimo... resulta que olvidé lo se siente tener esa vibra de felicidad en medio de mi triste vida y, por un momento, intenté elevar mis comisuras en una sincera sonrisa, pero claro que el fallo fue completamente rotundo. Se acercó hacia mí, que la esperaba en los escalones del colegio, y se lanzó a darme un fuerte abrazo, ya que estaba enterada de mi semi-depresión de ayer.

—Me cansé de que sufras tanto, amiga—me susurró al oído—, así que anoche me puse a investigar.

—¿Qué encontraste? —le di un pequeño empujón para mirarla a los ojos—, ¿ya sabés quién es?

—Ojalá supiera quién es, pero no. Hablé con Alexis.

—¿Por qué?

—Odi, no seas mente cerrada, Alexis sabe todo ¿Por qué no sería mi primera herramienta?

—No es una herramienta, no sirve de nada, está súper cerrado y si no quiso decírmelo a mí menos te lo la va a decir a vos.

—¿Entonces lo que recolecté no sirve de nada?

—¿Qué tan importante es?

—Podremos apuntar a solo un lugar desde ahora, Odi.

—Cuéntame.

—¡Chicas! —intervino Stacy—. Odi.

—Stacy, estábamos en algo importante—mascullo Caro.

—¡A que no saben! ¡cumplo un año con Nico!

—Felicidades ¿venís a contárselo a todo el mundo? —le contestó Caro de brazos cruzados, porque si algo no soportaba era que la interrumpiese.

—Vamos Caro, no seas tan mala onda—se rio—, es que estoy súper enamorada y me emocionan estas cosas. Un año de amor ¿saben lo que significa? Es divino.

—La soltería es un lugar divino también—le contesté con mala cara, necesitaba escuchar urgente lo que tenía Caro para decirme.

—Vos andas con Alexis ¿cierto? —me miró Stacy fijamente.

—No, y hoy es cuando menos veo oportunidades de estar con él—imité el cruce de brazos de Caro mientras lo miraba charlar con Ludmila.

—¿Están peleados? —sonrió—, ya veía una mala vibra entre ustedes.

—¿Te importa? —fruncí el ceño—, ¿a qué viniste Stacy?

—Sos igual que Caro—bufó—, un poco de más onda, ando feliz por mi aniversario, mi novio todavía no llega y quiero saber que tiene preparado para mí.

—¿Y tus amigas? —preguntó Caro.

—Ya les conté, pero andan babeando por Jonathan y la otra por Alexis.

—¿¡Qué!? —le prestó atención Caro.

—¿No ves que Ludmi está tratando de levantarse a Alexis desde que comenzaron las clases? Me aburre que estén todo el día hablando de ellos ¿Qué quieren que haga? Necesito de una distracción.

—¡Genial! Ahora nos convertimos en una distracción—celebré con ironía.

—¿Y Alexis se muestra interesado? —le preguntó Caro.

—Por supuesto que no, para mí que hace bastante anda babeando por Alodi, y vos, Caro, tendrías que dejar de babear por él.

—¿Perdón? —alargó la palabra Caro, completamente estupefacta.

—Todo el mundo se da cuenta, abrí los ojos, Simón hace bastante que anda queriendo algo con vos.

Y, con eso, dio su retirada. Ambas quedamos calladas por un segundo ¿entonces Simón jamás gustó de mí? ¿Cómo Stacy estaba tan segura de que el nerd de química gustaba de Caro? ¿no era de mí? Ya comenzaba a marearme.

—Si es verdad, entonces Alexis me fue sincero—habló Caro.

—¿Le preguntaste si Simón tenía algo que ver?

—Si, y me dijo que no.

—¿Solo eso?

—No, también me confesó que la movida está dentro del grupo de basquetbolista. No lo dijo explícitamente, pero fue algo así.

—¿Cómo estas tan segura?

—Porque dijo que le dio rabia que el martes en el bar todos hicieran como nada sabiendo que las cosas estaban por caer.

—Tiene sentido.

—Bueno, el sábado hay una fiesta. Iremos allá y jugaremos con Alexis, tenemos que hacerlo escupir lo que guarda.

—Okay—asentí—, lo haremos.

—¿Crees que Stacy decía la verdad?

—¿Sobre que Alexis está enamorado de mí?

—No, sobre que Simón gusta de mí—bajó la vista.

—No estoy tan segura, Alexis me había dicho otra cosa.

—No sé si tendríamos que confiar en lo que dijo Alexis.

—Si lo pensamos así, le daría la razón a Stacy.

—¿Crees que es lindo?

—¿Simón? ¿Por qué preguntas? —Fruncí el ceño tras su asentimiento.

—No tengo oportunidades con Alexis, que crea que soy linda no me da chances ¿o sí?

—No sé, no estoy para decir cómo piensan los chicos, ya no los entiendo.

—Tal vez luchar por Alexis ya no valga la pena. Mis oportunidades cayeron desde hace poco.

Podré ser estúpida para algunas cosas, pero para esto no. Caro me estaba ocultando algo detrás de sus palabras, jamás había sentido ese aire tan tenso en cuanto me dijo aquello. Contuve mis sospechas y me lo guardé con inteligencia, había nombrado una fiesta del sábado y ya no me haría esperar más, o descubría lo que estaba pasando o descubría lo que estaba pasando.

Quédate | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora