Capítulo 3

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Nagisa estaba sentado en su lugar habitual mientras le daba leves golpes a la mesa, pensando si este trabajo en realidad era bueno o malo

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Nagisa estaba sentado en su lugar habitual mientras le daba leves golpes a la mesa, pensando si este trabajo en realidad era bueno o malo. Pero se dijo a sí mismo que todo esto es anónimo, que a la persona que le daría todos sus secretos nunca sabría quien era y eso hizo que un suspiro de alivio saliera de él. Luego de unos cuantos minutos el profesor llegó y empezó a repartir las cartas de respuesta. Su hoja era, que como todas, blanca pero lo que le diferenciaba a esta era que cuando apenas la recibías tenia letras en rojo diciendo "Para: Snake  De: Demon". Abrió la carta un poco desconfiado por la respuesta de su anónimo, o Demon, y empezó a leer en un susurro inaudible.

Snake: ¿Sabes? Seas quién seas ya me agradas. Siéntete importante ya que me cae muy bien muy pocas personas. Lo que tienes es un privilegio. Y como habías dicho en tu carta, me presento. Soy Demon, tu "persona anónima". Y respecto a tus secretos, los cuidaré porque no creo que sea divertido que tú revelases mis secretos. Y que más te puedo decir..., espero que me des unos secretos interesante o si no, esto será una basura de trabajo.

Suerte Snake, intenta sorprenderme.

Ya que no será fácil.

Demon.

Una sonrisita emocionada adornó la cara del Shiota para luego guardar la carta en su mochila con el pensamiento de que le respondería. Esto ya se le hacía interesante.

—Definitivamente, confiaré en ti, Demon —susurró para sí mismo Nagisa para prestar atención en la clase de su profesor, pero para su mala suerte, sintió el horrible cosquilleo habitual que sentía alrededor de su garganta.

—Ay Nagisa... cuántas veces te dije que NO debes confiar en alguien que no sea yo... —susurró alguien en la oreja del nombrado.

—Déjame... ahora no... —suplicó el de cabello celestes, encorvando sus cejas y temblando ligeramente. Tenía miedo. Mucho miedo.

—Shh... tranquilo... ahora no será...

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