Capítulo 32

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Demon: Shhh, relájate, ¿si? El pasado es una lección para tu futuro, pero ahora estás en el presente donde no es igual que lo anterior

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Demon: Shhh, relájate, ¿si? El pasado es una lección para tu futuro, pero ahora estás en el presente donde no es igual que lo anterior. No sé si me entiendes o si me explico bien.

A lo que intento de llegar es que ahora, tu ahora, no es el pasado. Hay gente que no te juzgara y que no correrá de ti aunque muestres tu peor cara. Acá todos somos asesinos de hecho, no creo que esto sea peor que tu actitud pasada. Así que no temas, ¿vale?

Y si escuchas aquellos gritos, grita tu más . Diles que paren.

Que corran de ti, así se alejan.

Haz que te teman, Demon. Que nadie te pisotee.

Que nadie pase sobre ti.

Somos asesinos que tenemos que matar a nuestro profesor y eso tienen que saber los que provocan aquellos gritos. Sé fuerte.

Por ti.

Por nuestra clase.

Por nuestro sensei.

Por tus padres.

Por... mí.

Hazlo por mí, que yo te quiero.

Snake.

Karma sonrió con algo de tristeza, casi nunca recibía ayuda de alguien, ni de sus padres o sus dos mejores amigos. No era porque ellos no le interesará la salud emocional de Karma, todo lo contrario, ellos se preguntaban si el pelirrojo estaba bien. Pero Karma Akabane nunca revelaría sus sentimientos hacia nadie. Porque simplemente él era así, él es un chico que aparenta ser bromista, sádico, algo gracioso y sobre todo misterioso.

Pero como a el le gustaba decir, solo era la portada del libro.

Siempre ocultó ser una persona sensible, cariñosa y muy bondadosa por el simple hecho de pensar que si mostraba esas cualidades se vería débil ante los demás. Mostraba lo contrario solo para aparentar ser fuerte.

Siempre culpa a sus padres por ser así, por la constante ausencia de ellos pero eso no significa que los odiara. Karma Akabane ama a sus padres y si tiene una una pequeña oportunidad se los haría saber, pero como ya saben, ellos casi nunca están en la casa Akabane. El pelirrojo necesita esa figura maternal y paternal que le dé limites y orden a su vida, que a veces lo mimen y que otras lo regañe.

Solo quería eso, quería a sus padres en su vida que lo esperaran con la cena lista en el comedor y que comieran como la familia que deberían.

—...

Era algo que afectaba muy profundamente a Karma, nunca lo haría notar, pero siempre que piensa eso y está en soledad, llora por aquello.

Cuida de mis secretos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora